Interesante y preocupante un informe revelado por la senadora norteamericana Patty Murray, según el cual durante la etapa de retiro, las mujeres tienden a tener una probabilidad mucho más alta que los hombres de vivir en la pobreza en Estados Unidos. Según Murray, el ingreso anual promedio durante la etapa de jubilación de una mujer es alrededor de 16.000 dólares, el de un hombre se ubica en 30.000 dólares anuales. Y con un dato adicional: las mujeres dependen mucho más de los beneficios que otorga el seguro social.
Lógicamente esta disparidad refleja mucho lo que sucedió durante los años laborales, puesto que las mujeres tienden a ganar menos y en muchas ocasiones sus cotizaciones a fondos de jubilación son mucho más discontinuas que las de los hombres, porque las mujeres muchas veces dejan épocas sin cotización por cuidar los hijos o algún familiar enfermo, por citar las más comunes.
Si a lo anterior se le suma el hecho de que las mujeres tienden a ser más longevas (viven más años) y de que se pensionan antes, se tienen todos los ingredientes para que la conclusión a la que llegó la senadora Murray sea totalmente correcta.
En nuestros países latinoamericanos la situación puede ser peor, por las altas tasas de informalidad, que generalmente es un factor que afecta mucho más a las mujeres y, también, de que los salarios mínimos están en cabeza de mujeres mayoritariamente. Y existen otros factores como el hecho de que muchas mujeres son madres cabeza de familia, agravando aún más la situación.
Revertir una situación de este estilo pasa por varios factores, muchos corrigiendo lo de arriba: igualar salarios es una de las soluciones, y otras que no son muy populares, pero que vale la pena discutir, como igualar las edades de jubilación de hombres y mujeres. Pero también, pasa por saber que en vista de la extralongevidad femenina, los asesores financieros tenemos que enfocarnos en realizar procesos de planeación financiera durante la vida laboral para que ellas cuenten con fondos suficientes en el retiro para fondear gastos durante muchos más años.
Cambiar la ley no depende de los asesores, es algo que escapa a su alcance. Eso solo lo hace el gobierno. Pero sí, nuestra función, es proveer el conocimiento para que ellas, independientemente si están en Estados Unidos o en América Latina, no sufran por falta de recursos durante una edad donde todo debe ser disfrute.
Las opiniones aquí expresadas son responsabilidad del autor y no reflejan necesariamente la posición de Old Mutual sobre los temas tratados.
Opinión de Manuel García Ospina, gerente de la Escuela de Planeación financiera y comercial de Old Mutual.