El Banco de México dio a conocer, el 19 de mayo, las minutas de su reunión de política monetaria del pasado 5 de mayo. En dichas minutas, algunos miembros de la Junta de Gobierno destacaron que los riesgos para la inflación pueden materializarse, independientemente de las acciones de la Reserva Federal. Por ello, la política monetaria en México debe estar lista para actuar de manera oportuna y flexible.
Por su parte, un miembro explicó que Banxico cuenta con espacio para aumentar la tasa de referencia sin afectar significativamente la actividad económica, ya que las condiciones monetarias están relajadas como resultado de la depreciación del peso que se ha observado. El día de la reunión, el tipo de cambio cerró en 17,89 (pesos por dólar) y ahora está más depreciado en 18,5, por lo que las condiciones monetarias están más relajadas todavía. Añadió que una modificación oportuna de la política monetaria tendría un impacto favorable sobre las primas de riesgo. En una nota previa, después de analizar el marco macro, en el cual en varios de los temas al menos, algunos miembros de la Junta de Gobierno coinciden, sugeríamos que Banxico está todavía a tiempo aunque justo para un alza de tasas preventiva, en adición a lo que haga la Fed en la próximo reunión de junio, y subrayábamos que las condiciones monetarias en México se han relajado en demasía en lo que las minutas coinciden.
Las minutas destacan que la mayoría de los participantes estiman que el balance de riesgos para la inflación permaneció sin cambios respecto a la reunión anterior, aunque algunos consideraron que este balance continúa siendo al alza. La mayoría alertó que existe la posibilidad de que el entorno internacional presente un deterioro que provoque una depreciación desordenada del tipo de cambio y que ésta pueda afectar en mayor grado a la inflación general. A este respecto, habíamos sugerido como posible evento las retóricas anti-libre comercio y en particular contra el tratado de libre comercio de América del Norte de los precandidatos a la presidencia de Estados Unidos. De todas maneras, el tipo de cambio hoy está más depreciado que cuando ocurrió la reunión, en parte también porque amplió la probabilidad de un alza de tasas de la Fed, por lo que este riesgo en la inflación aumentó también. Por su parte, las minutas no mencionan nuestra preocupación por el alza de precios en dólares de los “commodites” además del petróleo, que junto con la depreciación de la moneda nacional, este año han tenido un alza importante en pesos a diferencia de 2015.
Un miembro de la Junta de Gobierno añadió que se mantiene el peligro de que el riesgo crediticio de Pemex se refleje en un mayor riesgo soberano en caso de que los mercados no perciban una mejoría en la situación financiera de la empresa independiente del apoyo gubernamental. Con esto coincidimos totalmente, y nos hemos referido como parte de la explicación de la depreciación del tipo de cambio. Las minutas señalan que el balance de riesgos para el crecimiento, se mantuvo sin cambio, sin embargo, algunos opinaron que se mantiene a la baja. La mayoría destacó aquellos relacionados con una mayor desaceleración de la demanda externa, y algunos enfatizaron la posibilidad de una evolución menos favorable de la producción industrial de Estados Unidos a lo que nos referimos como otra posible explicación de la depreciación del peso mexicano.
En suma, la tesis que adelantamos sugiriendo un alza de tasas en junio, independiente y adicional a la Fed de 25 puntos base, cabe perfectamente dentro de los argumentos de las minutas de la última reunión de política monetaria del Banco de México.
Columna de Guillermo Aboumrad, director de Estrategias de Mercado en FINAMEX Casa de Bolsa.