Cuando se producen acontecimientos políticos importantes, los mercados tienden a responder, para bien o para mal. Cuando la incertidumbre política aumenta, la distribución del valor potencial de los activos podría ampliarse y la volatilidad podría repuntar. En este momento, las principales causas de dicha incertidumbre incluyen la fragmentación y polarización global, factores que están resultando complicados para los inversores de incorporar a los precios de los activos. Las opiniones cada vez más divergentes y las noticias que cambian rápidamente hacen que a veces los inversores se vean sorprendidos.
Sin embargo, las fluctuaciones en el mercado no tienen por qué ser uniformes. Las diferentes clases de activos pueden tener diferentes reacciones a la incertidumbre política. Hay muchas variables a considerar, incluyendo la región y la naturaleza de los riesgos políticos. Por ejemplo tres de los períodos recientes de aumento de la incertidumbre y su impacto en distintas clases de activo son: las consecuencias del referéndum sobre el Brexit en 2016, las secuelas de las elecciones italianas, que dieron como resultado un gobierno de coalición populista y el último trimestre de 2018, cuando la rígida política monetaria de Estados Unidos y las tensiones comerciales entre el país americano y China provocaron incertidumbre en el comercio internacional.
Cada uno de estos tres eventos golpeó a los mercados de divisas, bonos y renta variable con diferente fuerza. Por ejemplo, la incertidumbre relacionada con el referéndum del Brexit en Reino Unido afectó a la divisa sobre todo frente a las acciones o a los bonos. Esto refleja la forma en la que los movimientos de divisas constituyen una parte importante de un ajuste a un shock como la salida de un bloque de libre comercio. Ayuda que la divisa es un activo muy líquido para que los inversores puedan expresar su apetito por el riesgo.
Esta situación contrasta marcadamente con lo ocurrido tras las elecciones italianas. La divisa no reaccionó ante tal acontecimiento con la misma fuerza que los bonos y las acciones. Las características propias de este riesgo político son importantes. En este caso, el gobierno populista italiano generó temores de que se podría producir un importante gasto fiscal y una salida del país de la Eurozona. En este contexto, las fuertes ventas de bonos soberanos y de renta variable italiana refleja el comportamiento tradicional de los inversores de riesgo, mientras que el euro es una moneda que no es específica de Italia, sino del conjunto de la zona euro.
En EE.UU., los bonos del Estado y la divisa son importantes activos de reserva mundial. Por tanto, se vieron relativamente menos afectados por la volatilidad de los mercados a finales de 2018. Las tensiones comerciales y el endurecimiento de la política monetaria repercutieron de forma más significativa en el altamente líquido mercado de renta variable.
Para mantener su posición en mercados que presentan fuertes movimientos, los inversores prudentes deben tener en cuenta que la volatilidad es una parte inevitable de la experiencia de inversión. Los inversores también son prudentes al recordar que la diversificación, aunque no es una garantía, puede servir como una defensa viable. Como ilustran los ejemplos anteriores, los acontecimientos políticos pueden desencadenar importantes reacciones del mercado. No todas las clases de activo responden de la misma manera a estas incertidumbres, y no todos los riesgos políticos son iguales para los inversores.