En los últimos meses nos hemos preocupado mucho acerca de una variedad de obstáculos en los mercados: el curso de la política monetaria y comercial de Estados Unidos, las tensiones entre la Comisión Europea y la coalición gobernante en Italia sobre su presupuesto final, las sorpresas que deparan los numerosos altibajos en torno al Brexit… y todo esto augura un panorama de posibles alteraciones significativas a medio plazo en la rentabilidad de los inversores.
Sin estos obstáculos, la perspectiva económica subyacente parece denotar optimismo, con un crecimiento ralentizado pero superior a la tendencia y un crecimiento de los beneficios de un solo dígito alto. Asimismo, las primas de riesgo distan mucho de ser magras en los mercados de renta variable, de renta fija y de bienes inmuebles. Pero siempre que no se presenten obstáculos, la perspectiva se revelará siempre halagüeña. Mientras tanto, la coyuntura en los mercados se ha tornado cada vez más nefasta.
Si bien la dinámica de mercado ha resultado bastante negativa y los inversores han recibido titulares de todas las orientaciones, cabe señalar que los sucesos en algunos de estos ámbitos de preocupación han dado un vuelco hacia un tono más positivo. En Francia, el retroceso del presidente Macron sobre la reforma estructural interna y el cambio hacia una relajación fiscal frente a las protestas callejeras no es algo que puedan celebrar los mercados, que preferirían un mercado laboral francés más dinámico. En todo caso, sí proporciona un mejor entorno para que los negociadores presupuestarios italianos encuentren un término medio con la Comisión Europea (CE), lo cual reduce la probabilidad de que se repita la crisis de la deuda soberana europea.
El arresto de la directora financiera de Huawei en Canadá representa una amenaza para las frágiles relaciones chinoestadounidenses, aunque ha venido acompañado de conversaciones y seguido de señales positivas de ambos países dirigidas a atenuar el rifirrafe comercial. La economía estadounidense aparentemente sigue operando cerca o por encima de su plena capacidad, lo cual sienta las bases para nuevas subidas de los tipos de interés por parte de la Reserva Federal. Ahora bien, la tasa máxima de crecimiento económico se dio probablemente en el segundo trimestre de 2018; y la desaceleración, junto con el desvanecimiento del estímulo fiscal y el endurecimiento de las condiciones financieras (mayores márgenes de crédito, mayores rendimientos de los bonos, menores precios de las acciones), reduce la urgencia de la Reserva Federal y le da margen para hacer una pausa.
Posicionamiento
A pesar de que estos obstáculos siguen dominando los titulares, creemos (aún sin total certeza) que las cosas realmente han registrado una mejora marginal. Aunque sabemos que resulta incómodo, hemos decidido aumentar la exposición de las carteras multiactivos a los mercados de renta variable asiáticos, en los que los precios de los activos descuentan los malos resultados, y nos sentimos más cómodos con el hecho de que las primas de riesgo que se nos ofrecen por los activos europeos presentan un precio atractivo.
Cabe lamentar que la disminución de la incertidumbre no ha sido universal en nuestros cuatro lastres principales. El Brexit sigue siendo tan incierto como siempre, y parece estarse hablando demasiado de la situación política en el Reino Unido. Si el Reino Unido se separa de la Unión Europea sin un acuerdo de transición, se consolida la perspectiva de una mayor depreciación de la moneda. Sin embargo, el nivel de incertidumbre descontado en los precios bursátiles es tal que, si se evita este mal resultado, es muy probable que se aprecie significativamente la divisa.
Hemos adoptado el enfoque de tratar de desensibilizar las carteras de los clientes a las oscilaciones de valor inducidas por el Brexit, si bien no sabemos cuál será el desenlace de esta situación. Sin duda, el punto final parecerá obvio en retrospectiva, pero exponer los fondos de los clientes a juegos de azar en un área de baja convicción no es un enfoque de inversión sostenible.
Columna de Toby Nangle, director mundial de asignación de activos, director de Multiactivos, región de EMEA para Columbia Threadneedle.