En un entorno de fuertes caídas bursátiles como el actual, en Kersio recomendamos calma a nuestros inversores y al público inversor en general. Y lo hacemos basándonos en un análisis razonado: en nuestra opinión, gran parte —si no todo— el impacto de las recientes malas noticias ya se ha incorporado a los precios del mercado.
La bolsa estadounidense ha sufrido, en el momento de escribir estas líneas, una caída aproximada del 17 % en lo que va de año. ¿Es suficiente? ¿Ha descontado ya el mercado el efecto de los nuevos aranceles y las tensiones comerciales? Algunos datos apuntan a que sí.
Tomemos como referencia la expectativa de crecimiento del PIB: según estudios de la OCDE, un incremento del 10% en los aranceles podría suponer una caída del 0,5% del PIB. Pero si los aranceles previstos llegan al 20% en Europa y aún más en otros países, como China, podríamos estar hablando de una reducción del PIB de hasta el 1,5% o incluso el 2%.
¿Es eso mucho o poco? Si lo comparamos con la crisis financiera de 2008-2009, cuando el PIB estadounidense cayó un 6% por debajo de su potencial y la bolsa se desplomó cerca de un 50%, vemos que el mercado multiplicó por ocho la caída del PIB. Aplicando ese mismo multiplicador a una posible caída del PIB del 2%, el ajuste bursátil razonable estaría entre el 12% y el 16%, justo en línea con la corrección actual. Esto sugiere que el efecto de los aranceles ya ha sido descontado.
Desde una perspectiva histórica, también encontramos argumentos para la tranquilidad. En los últimos veinte años, ha habido seis ocasiones en que la bolsa estadounidense ha caído entre un 12% y un 22% en un periodo de tres meses. En todos esos casos, el comportamiento posterior del mercado fue positivo: tres meses después, la renta variable estadounidense subió una media cercana al 10%.
Cuando afinamos aún más el análisis, añadiendo indicadores como el índice VIX (volatilidad), los niveles de PER tanto en EE.UU. como en Europa, o el comportamiento de los índices europeos, las situaciones comparables a la actual siguen mostrando perspectivas de recuperación a corto plazo. Por tanto, si la historia se repite, lo más probable es que los próximos meses sean positivos para los mercados bursátiles.
Es cierto que los riesgos siguen presentes y que las malas noticias pueden continuar, pero también hay margen para las sorpresas positivas. En este contexto, es importante subrayar que Europa podría ofrecer actualmente un atractivo adicional. Con un PER en torno a 12, frente al 19 de Estados Unidos, la renta variable europea presenta valoraciones comparativamente más atractivas.
En resumen, el mensaje a los inversores debe ser claro: prudencia, sí, pero sin caer en el alarmismo. La corrección ya se ha producido y las valoraciones actuales podrían representar una oportunidad para quienes mantengan una visión a medio y largo plazo.
Tribuna de Walter Scherk, director de inversiones de Kersio AV.