¿Alguien puede predecir lo que va a ocurrir en el mercado financiero con total seguridad? La respuesta, estoy seguro, todos la sabemos. Pero por si queremos reconfirmarla, la respuesta es no, nadie sabe lo que va a ocurrir en el mercado financiero con exactitud. Traigo este tema por varios motivos: el primero, porque está poniéndose “de moda”, pues a nivel internacional está tomando relevancia la importancia de contar con un asesor financiero en este momento; y la segunda, porque se ha comprobado a nivel internacional que a los que más les creen, son los que más se equivocan.
Me voy a centrar en el segundo tema. La evidencia ha encontrado que en general un “forecaster” de los mercados tiende a tener menos de la mitad de predicciones como ciertas. Es decir, que son más veces las que falla que las que le atina, y se ha encontrado, en muchos casos, que en la mayoría por cada tres predicciones acertadas falla 10. Y que el dinero ganado por esas predicciones es, en promedio, menos de un dólar cuando se ponen sobre la mesa los aciertos versus los errores. Esto es una efectividad muy baja, pero en general, se le sigue creyendo a muchos “gurús” de los mercados por muchas razones.
Entre esas razones los investigadores han encontrado dos como las más relevantes, que cito a continuación:
1. Alguna de las predicciones ciertas fue muy acertada, y eso queda en la psiquis de la gente. Así, en el recuerdo de los inversionistas queda aquella predicción realizada que fue cierta y que colocó al analista o predictor como un gurú en el tema de mercados.
2. La exposición mediática lleva a que las personas en general tiendan a pensar que ese analista “le pega” a todo. Los investigadores han encontrado que el analista que más sale en la televisión es al que más confianza le tienen los inversionistas. Eso ha llevado a que también muchos presentadores de cadenas como CNBC, que los inversionistas ven todo el tiempo, sean tomados como gurús en estos temas. Pero, y aquí es donde deben sorprenderse, muchos de ellos ni siquiera tienen inversiones en activos financieros.
Entonces, viene la pregunta: ¿qué hacer si no se puede confiar ni siquiera en las predicciones? La respuesta es muy sencilla. Tenga un portafolio diversificado, acorde a su perfil de riesgo; no persiga el mercado, aproveche los ciclos para comprar barato y vender luego de alguna valorización (no al revés, como pasa muchas veces); no salga “corriendo” cuando las cosas van mal; piense en el largo plazo; y, sobre todo, llame y hable con su asesor financiero. Éstas son claves que no fallan.
Las opiniones aquí expresadas son a título personal y no reflejan necesariamente la posición de Old Mutual Skandia sobre los temas tratados
Columna de Manuel Felipe García Ospina, analista financiero