Para los inversores, el elemento más importante del plan de reforma tributaria de Trump es la propuesta de reducción del 35% al 20% en el impuesto a la renta corporativo federal.
Hemos visto análisis que proponen que al final del tercer trimestre, el mercado bursátil estaría considerando una probabilidad del 50% en el recorte del impuesto corporativo. Nosotros creemos sin embargo que las probabilidades son algo mejores, quizá tan altas como un 75%.
La razón de nuestra confianza es que, a diferencia de la reforma del sistema de salud, la reforma tributaria une a los republicanos. Pero también puede haber un número de demócratas dispuesto a apoyar una revisión del código tributario, dependiendo de los detalles específicos de la nueva política. Existe un acuerdo general en Washington de que las altas tasas impositivas corporativas de Estados Unidos tienen el efecto de socavar a las empresas estadounidenses frente a sus competidores extranjeros, ya que la tasa impositiva corporativa promedio a nivel mundial es del 22,5%, según Tax Foundation. También hay un consenso de que el código tributario es demasiado complicado.
Además, la Casa Blanca y los congresistas republicanos tienen el interés común de conseguir una «victoria» legislativa, particularmente con miras a las elecciones de mitad de período en noviembre de 2018. La confluencia de una filosofía política compartida acerca de los impuestos y los intereses electorales alineados hacen que sea más probable que se apruebe un proyecto de ley en tal sentido hacia finales del primer trimestre de 2018.
Ganadores y perdedores: El diablo se encuentra en los detalles
Si bien un recorte en la tasa del impuesto corporativo favorecerá en gran medida las ganancias de muchas empresas estadounidenses, no todas serán necesariamente ganadoras. Una parte de la reforma tributaria consiste en la eliminación de varias deducciones y créditos aplicables a negocios. También puede haber un nuevo régimen fiscal para el tratamiento de las ganancias generadas en el extranjero.
Es importante ir más allá de una simple visión de contribuyentes altos y bajos para identificar a los ganadores y perdedores. He aquí algunos ejemplos para los cuales se requiere un pensamiento en términos de matices:
Las ‘utilities’ pagan altas tasas impositivas corporativas. Esto cierto, pero las de servicios públicos son también empresas reguladas a las cuales se les exigirá transferir el beneficio fiscal a los clientes.
- Las empresas del sector energético son vistas como contribuyentes altos. Las empresas de exploración y producción controlan el pago de impuestos en efectivo mediante el uso de créditos fiscales sobre la producción. Además, algunas de estas empresas aún están trabajando con pérdidas acumuladas producto de la reciente recesión. Creemos que las empresas de servicios gozarán del beneficio más directo de la reforma tributaria.
- Las empresas tecnológicas y farmacéuticas a escala mundial serán grandes beneficiarias de la repatriación. Estas empresas se beneficiarán de un bajo impuesto sobre las ganancias repatriadas pero, como señalaba un reciente artículo de Bloomberg, su práctica histórica de desviar ganancias a jurisdicciones con bajos impuestos también podría estar en riesgo.
- El estímulo a las utilidades, mediante la reducción de las tasas de impuestos corporativos del 35% al 20%, es significativo. Un cálculo aritmético simple sugiere que las ganancias aumentarán un 23%. El problema con esta lógica es que ignora los créditos y las deducciones que van a desaparecer. Además, es probable que parte del beneficio fluya a los trabajadores (bajo la forma de salarios más altos) o a los clientes (bajo la forma de precios más bajos), según la dinámica de la competencia en cada industria.
Conclusión
El uso del marco de referencia de las «Cinco fuerzas de Porter» puede ayudar a discernir sobre quiénes serán los beneficiarios finales de la reforma tributaria. Para las industrias competitivas, donde la mayoría de las empresas o todas ellas son contribuyentes altos, es probable que el beneficio se disuelva (por ejemplo, la industria bancaria).
Para las empresas que disfrutan de ventajas competitivas sostenibles o que compiten contra empresas extranjeras, que pierden dinero o que son de por sí contribuyentes bajos, el bene cio de un recorte en las tasas es más probable que vaya a parar a la cuenta de resultados.
El análisis fundamental activo de las industrias y las empresas será clave, ya que no todas las empresas del mercado se beneficiarán.
Edward J. Perkin es director de Inversión de Capital y líder del equipo ‘value’ de Eaton Vance Management.