Los mayores desafíos generan a menudo las mayores transformaciones y esperamos que la ola de perturbaciones nos ayude a salir de la peor fase de la pandemia del COVID-19 rápidamente, algo que supondrá una excelente oportunidad para los inversores de ese ámbito. En este aspecto se centran precisamente los fondos Disruptive Growth y Alpha Technology: difícilmente existe un producto con una posición mejor ante esta situación. La cita del título de este artículo, que es de Albert Einstein, es muy acertada; existen muy pocas posibilidades en una trayectoria de inversión en la que la oportunidad es muy grande y creemos que esta es una de ellas.
El mercado ha reaccionado ante la pandemia de una forma bastante predecible: en primer lugar, experimentó una caída drástica que generó una lectura del mercado bajista (superior al -20 %) en un tiempo récord, y la mayoría de las acciones bajaron bruscamente de manera conjunta. Curiosamente, y este el primer indicio para nosotros de que la tecnología se estaba tratando de una forma diferente esta vez, las principales empresas tecnológicas con un gran crecimiento no cayeron más que el mercado en general.
Normalmente, nuestra percepción ante una caída pronunciada sería que las empresas con un gran crecimiento caerían mucho más inicialmente. El primer cambio se debió a una mezcla de pánico y una reducción importante del apalancamiento de las carteras. Tal y como se podía predecir, cuando entramos en situación de confinamiento mundial, algunos sectores quedaron rezagados. Las aerolíneas, las empresas de viajes y los grupos hoteleros quedaron fulminados y la propia supervivencia de algunos de ellos se puso rápidamente en duda. A su vez, las medidas para frenar la epidemia dieron lugar a cambios importantes en las prácticas laborales y las costumbres personales, los cuales fueron posibles gracias al mundo tecnológico en el que vivimos.
El trabajo a distancia y la comunicación virtual se vieron impulsados gracias a la nube, la capacidad para trabajar desde cualquier sitio. Esto no habría sido posible hace tan solo diez años atrás. Al mismo tiempo, las cadenas de suministro de bienes y servicios fundamentales se han visto reforzadas por la red de tiendas minoristas online como Amazon, así como por las empresas de servicios de transporte, como la de entrega de alimentos. En resumen, los ganadores del crecimiento disruptivo de los últimos diez años son el elemento central que ha permitido una forma de mundo funcional en este período de bloqueo sin precedentes.
Microsoft registró un crecimiento del 775% en servicios en la nube en países que aplican una política de confinamiento. El director técnico de Telefónica ha dicho que el crecimiento del negocio en la nube previsto para todo el año 2020 se ha producido en apenas unos días. Los mayores proveedores de telecomunicaciones de EE.UU., AT&T y Verizon, han experimentado subidas en los niveles de tráfico del 27% y el 22% respectivamente. Los beneficiarios más claros han sido los servicios de conferencias de vídeo y de voz, que se han disparado: por ejemplo, el tráfico de Webex ha subido un 240%, la mensajería a través de Whatsapp de Facebook ha aumentado un 50% y las videollamadas, un 200%. No obstante, lo que es impresionante es que en Asia, donde las medidas se han relajado y la vida está empezando a volver a la normalidad, los niveles de uso de tecnología a distancia siguen siendo altos en comparación con niveles previos al COVID-19. Creemos que esta pandemia acelerará el cambio estructural hacia la nube, hacia el teletrabajo y hacia un cambio en los estilos de vida que será permanente.
El mercado ha empezado a identificarse con este cambio estructural acelerado. En cualquier recesión normal o desaceleración económica drástica, los semiconductores de materias primas serían los principales perdedores. En este caso, ha ocurrido lo contrario. En el GAM Star Disruptive Growth Fund, hemos sido grandes defensores del almacenamiento (DRAM, NAND y HDD) como forma de obtener una amplia exposición a la tendencia del crecimiento de los datos y la inteligencia artificial. Aunque todas las empresas que seleccionamos para reflejar este tema (Siltronic, Micron y Seagate) han caído drásticamente en una primera reacción ante la epidemia, se han recuperado y Micron solo ha bajado un 15% hasta la fecha y Seagate, un 16%. Esto es algo atípico en una desaceleración y es un claro indicio de la creciente tendencia hacia la nube.
En otros ámbitos, las empresas de infraestructuras en la nube como Amazon y Microsoft, así como otros operadores de soluciones puntuales como Zoom Video, Citrix y Docusign, han obtenido un rendimiento relativo sólido. De hecho, estas tres últimas empresas han experimentado un crecimiento del 44%, el 32% y el 19%, respectivamente. Esto es algo muy raro en una situación de desaceleración normal.
No está nada claro el tiempo que tardaremos en volver a la normalidad tras esta horrible pandemia, y esto provocará una volatilidad continua en los mercados. En particular, el momento en que se pondrá fin a las estrategias de confinamiento tendrá una repercusión muy significativa en los posibles resultados de muchas empresas y muchos sectores. Si bien en muchos casos los gobiernos han establecido una estructura de apoyo financiero sólida durante un período de tres meses, ¿qué sucederá si el período de segregación debe ampliarse?. Existe un amplia variedad de resultados en los sectores vulnerables, como los viajes, las aerolíneas, los hoteles y las grandes tiendas minoristas, que van desde un cambio estructural (en el mejor de los casos) hasta la quiebra (en el peor); por un lado, existen otros sectores que seguirán una trayectoria impulsada por el crecimiento económico más normal, en la que la incertidumbre es grande actualmente, y, por otro lado, existen otros sectores que experimentarán una gran fortaleza estructural.
En esto último se basa el crecimiento perturbador y la tecnología, que van desde los proveedores de estos servicios, como Amazon y Microsoft, hasta los beneficiarios de las plataformas, como Google y Facebook, pasando por los innumerables actores secundarios en herramientas de colaboración, videoconferencias, ciberseguridad y la modernización general de diferentes sectores para adoptar la tecnología como base.
Un gran ejemplo de modernización de un sector existente puede verse claramente en Domino’s Pizza, una de las primeras empresas que adoptó la tecnología digital y cuyo modelo empresarial ha cambiado de manera tan drástica que se podría decir que es una empresa fundamentalmente tecnológica. Según su director digital, ya en 2009, Domino’s empezó a pensar en sí misma como empresa tecnológica que vende pizza: querían adoptar buenas aptitudes con los datos, sin miedo a fallar y trabajar con una velocidad más similar a la de Amazon que una marca de pizzas. Resulta poético que el día que el mercado alcanzó su pico en 2020, el 19 de febrero, Domino’s publicó las cifras del cuarto trimestre de 2019, las cuales dieron lugar a un crecimiento de la acción ese día del 20%. Domino’s es un claro ganador en el nuevo contexto, y su modelo empresarial basado en la tecnología la aísla de lo peor de las consecuencias del COVID-19.
Lo que hay que señalar aquí es que, como dijo John Chambers, exdirector general de Cisco, todas las empresas deben innovar basándose en la tecnología: hasta un 40% fracasarán en este proceso a menos que innoven con la fuerza suficiente. La epidemia del COVID-19 ha reafirmado esta necesidad: esto garantizará una aceleración de la tendencia hacia el uso de tecnologías revolucionarias. Nadie sabe exactamente qué mercado tocará fondo o si es posible que ya lo haya hecho, pero no hay que pasar por alto la oportunidad que ofrece esta caída. Se impulsan las mismas tendencias que hemos establecido para que los fondos aprovechen y las carteras de renta variable deben asegurarse de que están expuestas a esta situación por encima de todo.
Columna de Mark Hawtin, responsable de inversión de GAM Investments.
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