El inicio del 2021 está recibiendo a los profesionales financieros de divisas con desafíos geopolíticos, regulatorios y de cumplimiento nuevos y cada vez más complejos, pero aquellos que han aprovechado la tecnología para su ventaja sobrevivirán, incluso prosperarán.
Hoy, los profesionales del mercado de divisas (FX, por sus siglas en inglés) están agotados. El COVID-19 los ha obligado a abandonar las grandes pantallas de sus oficinas para trabajar en una laptop en la mesa de la cocina. En las crisis pasadas, los profesionales de FX pudieron trabajar junto con colegas en sitios de recuperación de desastres con el beneficio de la continuidad del negocio y el soporte tecnológico in situ.
Esta pandemia ha dejado a muchos trabajando solos, confiando en las videoconferencias mientras compiten por el Internet con las clases virtuales de sus hijos. Las circunstancias han provocado un aumento espectacular del uso de tecnologías de acceso remoto.
Geopolítica y regulación
Mientras tanto, los desafíos geopolíticos siguen aumentando. A medida que se desarrolla el Brexit, con la retirada de Gran Bretaña de la Unión Europea, los profesionales de las divisas de todo el mundo buscan las mejores formas de adaptarse a este nuevo mercado.
Los traders, incluidos los mexicanos, deben ser conscientes de una tendencia creciente hacia la supervisión regulatoria, particularmente para los clientes que residen fuera del país.
La transición desde la tasa de interés bancaria tradicional, que es la tasa de oferta interbancaria de Londres (LIBOR, por sus siglas en inglés), también avanza, aunque es posible que las fechas objetivo para los detalles no estén claras hasta después de finales de 2021.
En Estados Unidos, las operaciones de intercambio de divisas tienen que cumplir con las leyes Dodd Frank y ejecutarse en una instalación de ejecución de intercambio (SEF, por sus siglas en inglés). A algunos les preocupa que las regulaciones puedan expandirse aún más durante la administración del presidente de los Estados Unidos, Joseph Biden, pero es demasiado pronto para predecir eso.
La automatización ya no es un lujo
Los profesionales de FX ya no pueden ignorar la automatización. Sin un camino digital claro, las actividades financieras de una empresa plantean obstáculos costosos e innecesarios en sus operaciones diarias.
Las empresas financieras como las administradoras de activos, los fondos de pensiones y los fondos de cobertura, necesitan actualizar continuamente su tecnología para cumplir con las regulaciones globales y también hacer en segundos lo que solía tomar horas.
En el acelerado ritmo de hoy, hay poco tiempo para hablar con proveedores de liquidez para operaciones más pequeñas. Los traders no quieren perder el tiempo buscando el mejor precio para cada operación y corren el riesgo de perder cualquier ventaja de mercado que pudieran haber tenido cuando comenzaron la evaluación, o potencialmente perder el trato. Una ruta digital crea una solución rápida y permite a los equipos de FX dedicar tiempo a grandes operaciones o tareas más rentables.
Para estructuras más complejas, donde los chats y las llamadas telefónicas pueden ser una parte valiosa del proceso de negociación, el vaciado manual de detalles comerciales puede llevar mucho tiempo y ser propensa a errores.
El alto costo de la inacción
Muchas mesas de operaciones requieren soluciones sofisticadas que incluyen enrutamiento inteligente de pedidos, operaciones algorítmicas y análisis de costos de transacción.
Todas esas necesidades se pueden abordar a través del trading electrónico. En la actualidad, casi el 75 por ciento de todas las transacciones de divisas a nivel mundial se realizan de forma electrónica, lo que seguirá aumentando a medida que las nuevas tecnologías reduzcan los riesgos y los costos, aumenten la eficiencia y el rendimiento. Incluso los mercados emergentes, que tradicionalmente comercian por teléfono, están adoptando cada vez más el trading electrónico para mejorar la captura de acuerdos y la gestión de riesgos.
El trading electrónico ya no es un lujo, sino una necesidad para garantizar una distribución eficiente de la liquidez, transparencia de precios y mejores prácticas. El entorno regulatorio está en constante cambio y las sanciones por incumplimiento están aumentando. Los requisitos para la mejor ejecución ya no significan simplemente obtener el «mejor precio» y las empresas deben cumplir con todas las políticas regulatorias e internas, todo mientras enfrentan la presión para reducir los costos de transacción.
Hoy, más que nunca, es vital que los gestores de activos transformen sus sistemas hacia lo digital. La eficiencia es particularmente importante, ya que a los profesionales de FX a nivel mundial se les pide que hagan más con menos. Si bien pueden temer el salto tecnológico necesario para hacer la transición, el costo de la inacción se puede cuantificar no solo en la eficiencia perdida, sino en dólares y centavos de oportunidades perdidas.
Columna de Alexandre Noel