Los juicios pueden ser muy caros, sobre todo los corporativos. Los proveedores de financiación de litigios se hacen cargo del coste de ciertos procesos judiciales seleccionados cuidadosamente a cambio de un porcentaje de la indemnización o de la reparación de daños que se le conceda al demandante, en caso de que gane. Si el demandante pierde, la empresa financiadora pagará las costas procesales. Por ese motivo, este tipo de firmas intentan financiar casos con una alta probabilidad de ganar.
Es importante distinguir entre estas empresas y los bufetes de abogados que solo cobran si su cliente gana el caso (no win, no fee). Burford Capital, la proveedora de financiación de litigios en la que invierten nuestras carteras de multiactivos, opera a mucha mayor escala y participa en juicios corporativos muy diversos y complejos, no en demandas individuales por lesiones.
El modelo de financiación por terceros resulta atractivo a dos niveles. En primer lugar, es interesante para demandantes que no podrían permitirse el coste de un juicio largo y complicado o a quienes les resultaría particularmente complejo desde el punto de vista contable. En segundo lugar, puede ser una opción atractiva para los abogados del demandante, ya que los bufetes suelen operar con una estructura societaria y normalmente no cuentan con el capital circulante necesario para financiar juicios largos.
Cómo funciona
Aunque los casos pueden ser complejos, la financiación de litigios es un proceso relativamente sencillo. Normalmente, un bufete de abogados, en representación de su cliente, se pone en contacto con el proveedor de financiación, aunque cada vez es más habitual que sea el propio cliente/demandante el que inicie el contacto por su cuenta.
Durante esta fase, el proveedor de financiación evaluará cuidadosamente el caso para decidir si lo financia o no. El proceso de ‘due diligence’ incluye, entre otras cosas, estimar las posibilidades de ganar el caso, evaluar la solvencia del demandado y, por supuesto, valorar el atractivo potencial del acuerdo de financiación desde el punto de vista financiero.
La comisión que cobra la empresa de financiación de litigios puede ser un porcentaje de la indemnización concedida en caso de ganar el caso, un múltiplo de la cantidad financiada o una combinación de ambos.
Burford Capital es el mayor proveedor de financiación de litigios. La empresa empezó a cotizar en la bolsa de Londres (LSE) en 2009 y cuenta con un equipo de más de cien profesionales del Derecho y las Finanzas. La mayoría de sus clientes están en EE.UU., aunque cada vez trabaja con más clientes de todo el mundo. Desde su creación, los abogados financiados por Burford han ganado un elevado porcentaje de casos, lo que le ha generado un retorno sobre su inversión superior al 20% al año.
Fuente de diversificación
Las rentabilidades generadas por la financiación de litigios dependen de la resolución de los procesos judiciales, por lo que prácticamente no se ven afectadas por factores como el entorno económico, las condiciones del mercado financiero o el ciclo de tipos de interés. Así, los servicios de financiación de litigios pueden representar una excelente fuente de diversificación.
Avances recientes
El conocimiento y la experiencia sobre financiación de litigios han aumentado en los últimos años, estimulando el crecimiento del sector. Burford encarga una encuesta anualmente que señala que es un servicio cada vez más conocido, más usado y de mayor importancia. Si bien el sector legal es conservador por naturaleza y algo reticente a los cambios, la evolución de los compromisos de financiación de la empresa demuestra que las cosas están cambiando. En 2017, adquirió nuevos compromisos por valor de 1.300 millones de dólares, el triple que en 2016 y treinta veces más que en 2013.
A junio de 2018, los activos totales de Burford –tanto invertidos como disponibles para financiar casos– ascendían a 3.300 millones de dólares. El negocio se ve respaldado por más de 900 demandas financiadas a través de 89 inversiones. A finales de 2018, la empresa hizo pública la captación de 1.600 millones de dólares para financiación de litigios, procedentes de diversos inversores, entre los que se cuenta un fondo soberano.
Caso de estudio: YPF/Petersen
Aunque, por lo general, se conocen muy pocos detalles sobre los casos que financia la firma, uno que sí ha llegado a los medios de comunicación ha sido la reclamación de daños a Argentina por parte del grupo de inversión español Petersen. Petersen era accionista de YPF, la petrolera expropiada –presuntamente de forma ilegal– por Argentina en 2012.
Burford invirtió 18 millones de dólares en el caso. En junio de 2017, tras un primer fallo favorable, anunció que había vendido el 25% de su parte de la demanda a otros inversores por 106 millones de dólares. En 2018, Burford vendió otra pequeña participación, que valoró la inversión inicial en 800 millones de libras. La empresa mantiene más del 70% de la inversión en un caso que empezó en 2015, pero que aún puede tardar varios años en resolverse.
Tribuna de Mike Brooks, responsable de multiactivos diversificados en Aberdeen Standard Investments