Existen múltiples detractores y seguidores de las inversiones verdes. El débil comportamiento bursátil de las inversiones sostenibles en los últimos años no ha animado a que los inversores se sintieran atraídos por este tipo de inversión. Podemos extraer como conclusión que nos hemos dado cuenta de que luchar contra el calentamiento global mediante la drástica reducción de emisiones, sin importar el coste en términos de crecimiento y bienestar, así como primar las inversiones siguiendo criterios ESG, dejando en segundo plano la consecución de resultados económicos en las compañías, ha demostrado no ser el camino. Son dudas razonables y que nos hacen replantearnos en qué punto nos encontramos.
Y es que la descarbonización y la neutralidad climática es un proceso en curso que va recalculando su ruta conforme vamos avanzando, y en el que se aprende tanto de aciertos como de errores. Sin embargo, la transición a una economía y sociedad bajas en emisiones sigue siendo una necesidad clave; son grandes retos que nos afectan al conjunto de la sociedad, para nuestro desarrollo y el de las futuras generaciones.
En Europa, por ejemplo, reducir nuestra dependencia energética y mejorar nuestra eficiencia energética se ha convertido en una clara prioridad geoestratégica, sobre todo a raíz de acontecimientos como la guerra en Ucrania o el conflicto en Oriente Medio.
Desde un punto de vista de inversión, en nuestra opinión, existe un amplio abanico de oportunidades de inversión de las que es posible beneficiarse. Entre otras razones, los fuertes flujos de inversión destinados a inversiones limpias, que ya duplican al de las inversiones en combustibles fósiles*, las atractivas valoraciones del sector solar y el contexto político de ayudas a empresas en Estados Unidos (con la Ley de Reducción de la Inflación, ley IRA) y en Europa (con REPowerEU, NextGeneration), entre otras, que son importantes vientos de cola que creemos pueden generar atractivas oportunidades de inversión para el futuro.
De hecho, la volatilidad actual y el contexto geopolítico han creado interesantes puntos de entrada especialmente favorables para los inversores a largo plazo en el fondo NSF Climate Change+. El fondo busca invertir en tecnologías y procesos que ayuden al mundo a reducir las emisiones y los residuos nocivos para frenar el cambio climático y alcanzar el objetivo del Acuerdo de París de 1,5 °C y, por lo tanto, beneficiarse financieramente de esta lucha.
Algún ejemplo de inversión en la que Nevastar se siente cómodo invirtiendo es una empresa que se ha posicionado como el mayor proveedor mundial de sistemas de seguimiento solar y software utilizados para aumentar la eficiencia de la energía solar a gran escala. Cuenta con más de diez años en el negocio, opera un cuasi duopolio en Estados Unidos, apenas tiene deuda, tiene una posición líder en el mercado, un crecimiento histórico constante y un equipo de gestión extremadamente experimentado que ha estado con la empresa desde su fundación.
Los gestores del fondo NSF Climate Change+ piensan que las energías renovables por sí solas no serán suficientes para cumplir con el objetivo del Acuerdo de París, de ahí el peso en empresas que con innovaciones tecnológicas sean otra fuente de mejora u optimización. Porque la mejor energía es la que no se consume.
A pesar de la indiscutible necesidad de este tipo de negocios a largo plazo, reconocemos que algunos de ellos seguirán experimentando volatilidad a corto plazo a medida que el mundo haga la transición a la nueva normalidad. Esta es la razón por la que los gestores de Nevastar prefieren por ahora mantenerse al margen de muchas tecnologías y modelos de negocio incipientes y no probados en el tema del cambio climático, y favorecer la inversión en empresas con balances saneados y negocios rentables.
Con respecto a la regulación, la Ley de Reducción de la Inflación en EE. UU. supone un atractivo y completo plan de incentivos de tecnología limpia a nivel mundial y que puede fomentar una revolución en este país. Supone una gran oportunidad de inversión. A pesar de las elecciones presidenciales de Estados Unidos, que es probable que aporten su parte justa de volatilidad en los mercados, una victoria de Trump podría parecer que tiene un impacto negativo en ciertos compromisos relacionados con el clima incluidos en la importante ley IRA. Sin embargo, es ampliamente aceptado que los estados republicanos van a ser los principales beneficiarios de la financiación de esta ley, lo que creará miles de nuevos puestos de trabajo para los votantes históricamente republicanos.
En cuanto a los vientos de cola de las políticas, si bien la desaceleración de la actividad industrial podría extenderse hasta 2024, la aprobación de la «Ley de Chips y Ciencia» en los Estados Unidos en 2022 debería comenzar a dar resultados desde este año y en adelante, según lo pronosticado por los principales actores de la industria de los semiconductores. El impacto de la ley IRA también debería respaldar el ritmo actual de las inversiones: desde su firma, la Agencia de Protección Ambiental señaló que el sector privado ha comprometido más de 120.000 millones de dólares para inversiones nacionales en vehículos eléctricos y baterías y más de 200 millones de dólares para el espacio de carga en 2023. Por último, esperamos que la reacción violenta contra la comercialización de vehículos eléctricos chinos baratos en la Unión Europea atraiga, a medio plazo, más compromisos públicos y privados con la movilidad sostenible, pero también con otras industrias estratégicas como la solar y los semiconductores, por nombrar algunas.
En el sector solar específicamente, la reciente publicación de resultados confirmó la opinión de Nevastar de que probablemente hayamos tocado mínimos en la dinámica de la oferta y la demanda. La disminución del poder adquisitivo de los clientes, así como la menor urgencia por instalar equipos solares tras la prórroga del Crédito Fiscal por Inversión Solar (ITC), habían afectado gravemente a la demanda a corto plazo en 2023. Sin embargo, el apoyo político (como la Ley IRA) debería permitir que las ventas residenciales mejorasen, dados los continuos incentivos fiscales y subsidios en 2024. En el año transcurrido desde la aprobación de la ley IRA, los fabricantes de módulos han anunciado aproximadamente tres docenas de incrementos de capacidad que entrarán en funcionamiento en los Estados Unidos una vez que entren en vigor los aranceles sobre las importaciones de energía solar. Si todos estos planes se materializan, este país aumentará su capacidad total de fabricación de módulos de 10,6 GW a 108,5 GW para 2026.
En Europa, Nevastar es positivo con la iniciativa REPowerEU, que posee una estrategia solar específica con el objetivo de duplicar la capacidad fotovoltaica para 2025, instalar 600 GW para 2030 y establecer la obligación legal de instalar paneles solares en todos los Estados de la UE. Las entregas de hardware, combinadas con la escasez de mano de obra que provocó el desequilibrio entre la oferta y la demanda en 2023, se están resolviendo a medida que las cadenas de suministro se normalizan, y seguimos viendo una fuerte demanda tanto en el lado de los servicios públicos como en el residencial. Esto se ilustra con las fuertes tasas de adopción en todas las geografías (especialmente en España) ayudadas por el incremento de la vida útil por más de 30 años de los paneles solares.
Por tanto, existen claros vientos de cola que hacen pensar en la oportunidad de inversión de décadas en compañías que contribuyan a la mitigación del cambio climático, la transición a una economía circular y el uso sostenible y la protección del agua.
NSF Climate Change+ invierte en cuatro temáticas/tendencias estructurales -energías limpias (solar y eólica), eficiencia energética, economía circular y movilidad sostenible- y el fondo es uno de los de mayor track record del mercado de su categoría, con 16 años de historia.
Columna de Pilar Bravo, directora de desarrollo de negocio en Finaccess Value.
NOTAS
*Fuente: Agencia Internacional de la Energía
REPowerEU: es un plan la Comisión Europea para poner fin a la dependencia de la Unión Europea con respecto a los combustibles fósiles rusos.
NextGeneration: instrumento excepcional de recuperación temporal de la Unión Europea para hacer frente a la crisis de Covid, que persigue dar soporte económico a los miembros de la UE.
Ley IRA: La Ley de Reducción de la Inflación es una ley federal de EEUU que tiene como objetivo frenar la inflación mediante la reducción del déficit, la reducción de los precios de los medicamentos recetados y la inversión en la producción de energía doméstica al tiempo que promueve la energía limpia.
*NSF Climate Change+ es un subfondo de NSF SICAV. Fecha lanzamiento del fondo:10/05/2007, está autorizado en Luxemburgo y está regulado por la Commission de Surveillance du Secteur Financier (CSSF). Rentabilidades pasadas no garantizan rentabilidades futuras.