Como decía un anuncio de una tarjeta de débito, “hay cosas que no tienen precio”. Al igual que hacer deporte no tiene por qué implicar un desembolso económico (la opción sería salir a caminar o correr frente a quedarse en casa en el sofá viendo la tele), en el mundo de las inversiones, invertir incluyendo criterios sociales no implica tener que pagar un precio; no implica renunciar a obtener una rentabilidad financiera menor por nuestra inversión.
Es cierto que 2022 fue un año complicado para los fondos registrados como artículo 8 o 9 del Reglamento de Divulgación de Finanzas Sostenibles (SFDR). La postpandemia, con las distorsiones en las cadenas de suministros, los fuertes desajustes oferta-demanda por la explosión del consumo y la guerra de Ucrania, entre otros, hicieron que entre los activos con mejor desempeño no estuvieran aquellos que estos fondos sostenibles tienen en su radar inversor.
También es cierto que analizar la ingente cantidad de datos que existen de las empresas, definir cuáles incluir y cuáles no, estandarizar un modelo para medir estos parámetros sociales y poder tener así unos criterios sólidos y eficaces de selección de compañías, es una ardua tarea, costosa en tiempo y dinero.
Por ello, es un factor diferencial contar con la experiencia de un equipo con una amplia trayectoria en sostenibilidad ya que supone una importante ventaja competitiva a la hora de identificar métricas, interpretar los datos y llevar a cabo un proceso cuantitativo y cualitativo robusto que garantice que las empresas en las que invertimos tienen realmente una contribución social y ésta es medible y cuantificable.
Desde Finaccess identificamos empresas con unos sólidos fundamentales, valoraciones atractivas, generadoras de caja, con balances saneados, buenas perspectivas de negocio y equipos directivos de calidad, que además tienen un impacto en la mejora de la salud y el bienestar, o bien contribuyen a aumentar el acceso a una educación de calidad y para todos, o reducen las desigualdades y/o contribuyen al desarrollo de ciudades y comunidades sostenibles.
Los temas sociales como la diversidad, la igualdad e inclusión, la responsabilidad de los productos, las prácticas responsables transparentes, etc. contribuyen a que las empresas tengan una mejor valoración por parte de sus empleados, sus proveedores y los consumidores. Tener estos factores en cuenta impulsa que a medio y largo plazo estas empresas tengan mejor imagen de marca, más rentabilidad y sean más competitivas y estables pues en general tienen menos riesgos regulatorios y económicos.
Finaccess Compromiso Social Europa tiene el foco en buscar empresas que con sus productos y/o servicios contribuyan a varios objetivos sostenibles, enfocados en el ámbito social, que presenten unos elevados estándares y compromisos sociales en sus prácticas empresariales, respetando a la vez unos umbrales mínimos en temas medioambientales y de gobernanza.
Ejemplos de ello son:
- Invertimos en negocios cuyos productos mejoran la calidad de vida de las personas, por ejemplo, en el ámbito de la salud con equipos médicos que permiten realizar operaciones menos invasivas para el paciente, reduciendo los periodos de recuperación.
- Invertimos en empresas que contribuyen al desarrollo de ciudades más sostenibles mediante el desarrollo y diseño de soluciones que permitan una mayor seguridad y sostenibilidad en los hogares, ciudades más eficientes desde un punto de vista energético y de movilidad.
- Invertimos en empresas que conceden microcréditos que favorecen la creación de nuevas empresas, así como en las que a través de la digitalización facilitan el acceso a los servicios bancarios.
- Invertimos en empresas que gracias a la transformación hacia nuevos formatos digitales y el desarrollo de la tecnología en torno a la lectura hacen posible que se amplíe la posibilidad de acceder a contenidos educativos de manera más sencilla y adaptada a las necesidades de las personas.
Pero todo ello no sería posible sin el jugador principal: el inversor que pone en valor el potencial económico de las empresas y el valor del impacto social. Cómo invertimos dice algo de nuestra forma de ser y pensar. Por ello, integrar la sostenibilidad en nuestra planificación financiera puede ser nuestro granito de arena para conseguir generar un impacto positivo en las personas, reducir las desigualdades y mejorar la sociedad en la que vivimos.
Columna de Pilar Bravo, directora de desarrollo de negocio Finaccess Value AV