En renta variable, nuestras carteras estaban posicionadas para una recuperación moderada, ya que la reapertura de las fronteras chinas había sido nuestra hipótesis de trabajo durante gran parte del año pasado. Todas las miradas se han dirigido hacia la reapertura de China y la supresión de la política de COVID cero y, en este sentido, el ritmo fue mucho más rápido de lo que, en general, se preveía. Esta reapertura ha renovado el interés inversor en Asia, donde las dinámicas a largo plazo se mantienen estables.
Como cabía esperar, la respuesta de los mercados ante la reapertura ha sido entusiasta hacia las empresas de consumo, las aseguradoras líderes y las empresas inmobiliarias, un área que ha recibido un impulso adicional gracias a los anuncios favorables de los reguladores.
Simultáneamente, seguimos abogando por la disciplina de valoración y somos conscientes de la volatilidad potencial que podría generarse, ya que los datos que se publiquen podrían no replicar inmediatamente el ritmo de actividad sobre el terreno.
Aunque los valores inmobiliarios de mayor calidad han rebotado, la presión sobre las promotoras más pequeñas previsiblemente continuará. Con una reapertura más rápida y temprana, el aumento del consumo interno y el turismo podría desencadenar demanda antes y con más fuerza de lo que el mercado preveía.
Seguiremos atentos al posible impacto de la inflación, al tráfico y la movilidad interna (como los desplazamientos en metro y los vuelos internos), a la confianza de los consumidores, a los datos sobre el comercio electrónico y las ventas minoristas, a las tasas de desempleo y a las ventas de inmuebles, entre otros. Eso también podría influir en las perspectivas generales de inflación en China, y posiblemente en el resto del mundo, y los responsables de los bancos centrales necesitan considerar este hecho en sus perspectivas para la política monetaria.
No hemos introducido ningún cambio en las perspectivas de conjunto de las estrategias reflejadas en el FF China Consumer Fund, pero el cambio de orientación del gobierno en relación con la política anti-COVID sí sorprendió al mercado. Probablemente veamos el pico de contagios de COVID antes de lo que se pensaba inicialmente, lo que podría liberar demanda de consumo embalsada y aumentar el gasto de consumo en 2023.
El año pasado, en previsión del aumento del riesgo geopolítico, se produjo una importante reducción en la exposición directa a riesgos geopolíticos, como empresas de fabricación por contrato y ensayos clínicos en el sector sanitario, y se reforzaron valores que podrían beneficiarse de las tendencias de disociación y sustitución de las importaciones.
Ahora que está produciéndose la reapertura, somos conscientes de los valores que han subido con fuerza a causa de ello. Estamos llevando a cabo algunas recogidas de beneficios y virando hacia valores más sensibles a la dimensión macro (es decir, recogidas de beneficios en lugar de perseguir valores). Este repunte inicial sostenido por la reapertura de China probablemente mejore el sentimiento, así como la tendencia hacia un mayor crecimiento económico. A modo de ejemplo de la temática de la reapertura de fronteras de China, cuando otros países reabrieron vimos un aumento de los precios de los viajes del orden del 50-70%. Sin embargo, gran parte de esta tendencia al alza está descontada.
En cuanto a la estrategia del FF China Focus Fund, hemos estado invirtiendo en valores que pueden beneficiarse directamente de la reapertura, generalmente empresas de viajes o transporte por presentar valoraciones atractiva; la reapertura supone, además, un repunte de la demanda de vuelos, por lo que los pedidos de alquiler van a aumentar. Algunas empresas de distribución de medicamentos también están bien posicionadas. Sin embargo, aunque pensamos que dichos valores probablemente suban a corto plazo, se compraron sobre la base de sus fundamentales, no las perspectivas macroeconómicas.
En fechas más recientes, el sentimiento de los inversores sobre China cambió rápidamente y el mercado ha disfrutado de un rebote generalizado liderado por grandes empresas muy seguidas (pensemos en el patrón típico de recuperación basada en la beta). A partir de ahora, será crucial ser selectivo y fijarse en la valoración.
Un aspecto importante es que creemos que la inflación va a subir. Aunque las perturbaciones de las cadenas de suministro se han solventado en cierta medida con respecto a episodios anteriores de reapertura en Occidente, un pico de demanda a corto plazo y la crisis energética que sufre el mundo podrían reforzar las presiones inflacionistas, por no mencionar las tendencias estructurales a más largo plazo como la desglobalización, los cambios demográficos y la descarbonización.
Destacamos también que seguimos estando sobreponderados en el sector energético, ya que creemos que el encarecimiento de la energía va a perdurar, debido a 1) la persistente escasez de oferta de petróleo en el mundo a consecuencia de la reducción de las inversiones de las petroleras, y 2) el aumento del consumo de diversos productos y servicios en China después de la pandemia, lo que podría dar lugar a un aumento de la demanda de materias primas/petróleo. Esta dinámica de oferta y demanda seguirá dando impulso a las petroleras.
El fondo ha obtenido buenos resultados en selección de valores en el sector inmobiliario y sigue centrado en promotoras estatales con balances sólidos que son capaces de aumentar su cuota de mercado durante el periodo de consolidación. El sentimiento del mercado también mejoró después de las “16 medidas” y las “tres flechas” de las autoridades para contribuir a garantizar la finalización de inmuebles y ofrecer un apoyo de financiación muy necesario a las promotoras para estabilizar el sector inmobiliario. Además, a menudo se considera que la industria de los electrodomésticos está estrechamente vinculada al ciclo inmobiliario y es sensible a la evolución macro.
Es preciso destacar que debido al cambio de gestor principal (efectivo el 30 de septiembre de 2022), el fondo experimentó algunos cambios de posicionamiento en lo que respecta a las asignaciones sectoriales, como una mayor exposición a consumo discrecional, consumo básico e industria, financiada con un recorte de las inversiones en el sector financiero (principalmente aseguradoras) e inmobiliario. En un plano más general, el fondo sigue sobreponderado en energía e inmuebles e infraponderado en consumo discrecional. Además, la cartera ahora sobrepondera consumo básico, pero infrapondera servicios financieros después del cambio de gestor. Sin embargo, el proceso de inversión sigue centrado en una selección de valores con enfoque ascendente en la que los gestores siguen utilizando nuestro análisis propio y, lo que es más importante, el enfoque de estilo value de la estrategia se mantiene firme.
Tribuna de Alice Li, gestora de Fidelity International.