Tras la caída de las cotizaciones que vivimos durante el primer trimestre de este año, el PER del S&P 500 (usando una estimación de consenso para los beneficios de los próximos doce meses) se sitúa en estos momentos en 16 veces, y 16 es el número que considero como valor razonable a largo plazo para la renta variable estadounidense (y que empleamos en nuestras hipótesis para los mercados de capitales a la hora de diseñar soluciones para nuestros clientes).
Una pregunta que me suelen plantear es si la bolsa está próxima al final del ciclo. Mi visión es que no está cerca del final, sino que ya está en el final y actualmente cotiza a niveles razonables
Sin embargo, este ratio PER utiliza los beneficios empresariales previstos a un año y el mercado descuenta un importante crecimiento. Para cuantificarlo, indico que el PER usando los beneficios actuales sigue estando por encima de 20 veces.
Por tanto, la próxima temporada de resultados se presenta crucial. Hasta ahora, las empresas que han anunciado sus resultados han cumplido en su mayor parte, pero cualquier problema en este sentido volverá a colocar a la renta variable en un nivel caro o, más probablemente, desencadenará otra caída de las cotizaciones.
En definitiva, no me parece que la bolsa esté barata, pero sí cuestiono que esté cara. Obviamente, las cotizaciones pueden caer, pero si se produjera esta circunstancia lo consideraría como una oportunidad de compra, ya que entonces la bolsa estaría barata atendiendo a mi indicador.
Gran parte de mis conversaciones recientes con los inversores han versado sobre su deseo de proteger sus carteras frente a las caídas. Temen que se produzca una caída importante de los precios, pero yo les digo que resulta caro protegerse frente a las caídas y que actualmente no estoy seguro de que el posible acontecimiento extremo sea más probable de lo normal.
Durante los últimos 30 años, el PER previsto ha sido superior al actual más de la mitad del tiempo, así que ¿por qué ahora?