Creemos que, a pesar de la desaceleración, la economía global aún se encuentra en un estado saludable y no esperamos una recesión entre los próximos 12 a 18 meses. Nuestro escenario base contempla la continuación del ciclo económico actual, pero con un crecimiento global más débil y con un mayor impulso de los mercados emergentes en comparación con los desarrollados.
Pensamos que las medidas de flexibilización de China comenzarán a tener impacto en la economía real a comienzos de la segunda mitad del año. El Gobierno ha respondido adecuadamente y está estimulando la economía del país mediante la flexibilización de la política monetaria, el aumento de los préstamos bancarios y la reducción del impuesto a la renta personal. Además, consideramos que seguirá habiendo avances en el frente comercial entre EE.UU. y China.
Con este telón de fondo, somos positivos con el sector de materias primas y, en particular, con las materias primas cíclicas, como los metales básicos e industriales. Nos gusta el cobre y el níquel, que se utilizan en baterías y cableado eléctrico de vehículos y que se beneficiarán del aumento en el número de automóviles eléctricos en el futuro.
De hecho, creemos que los precios actuales no tienen en cuenta en su totalidad el aumento estructural de la demanda futura. El paladio es otro metal en el que vemos potencial, ya que su precio ha subido de poco menos de 1.000 a unos 1.500 dólares por onza en el transcurso del último año.
En cuanto a la energía, el petróleo sufrió una corrección significativa desde octubre de 2018 hasta tocar suelo en diciembre con 43 USD el barril, en el caso del WTI, y con 50 USD el barril, en el del Brent. Consideramos que los niveles por debajo de 50 USD / barril y 60 USD / barril, para WTI y Brent, respectivamente, son insosteniblemente bajos. A tales niveles, las compañías de esquisto de EE.UU. están quemando efectivo y el margen para un mayor aumento del apalancamiento es limitado, ya que el impacto del mercado bajista del petróleo 2014-2016 todavía es visible en los productores de EE.UU.
Además, la OPEP ya ha recortado 1,3 millones de barriles diarios, lo que debería ser suficiente para equilibrar el mercado dada la dinámica de la demanda actual. Pensamos que cualquier problema en el mercado petrolero será principalmente un problema del lado de la oferta y no creemos que la OPEP repita su estrategia fallida de 2014-2016, dadas las restricciones fiscales de Arabia Saudita y el resto de los países de la región MENA (Medio Oriente y norte de África). En este escenario, prevemos que el Brent se mueva en un rango de 65-70 USD / barril.
Además, a pesar de nuestra perspectiva macro constructiva, pensamos que la volatilidad está aquí para quedarse. Teniendo en cuenta eso y nuestras expectativas de un dólar más débil y una política monetaria más acomodaticia en EE.UU., creemos que los inversores también deberían considerar aumentar su exposición al oro como un activo para diversificar.
Tribuna de Thomas Rutz, gestor principal de mercados emergentes en MainFirst AM