El mercado de bonos de alto rendimiento, antes reducto exclusivo de Estados Unidos, ha adoptado la tendencia de la globalización, algo que podemos constatar en el creciente peso que está adquiriendo la deuda europea de alto rendimiento en el mercado mundial de esta clase de activos.
El gráfico que figura a continuación muestra el valor de mercado de los mercados estadounidense, europeo y emergente de bonos de alto rendimiento. Desde que en la segunda mitad de la década de 1990 surgiera tímidamente en Europa el mercado de bonos de alto rendimiento, éste no ha dejado de crecer y, actualmente, supone más del 20% del mercado mundial.
Fuente: Bloomberg, agosto de 1986 a septiembre de 2013. Valor de mercado en USD con índices regionales BofA ML
El mercado europeo de la deuda de alto rendimiento ha experimentado un crecimiento especialmente acelerado desde que estallara la crisis financiera. Privadas del apoyo de los bancos, que se hallan inmersos en la reducción de sus sobredimensionados balances, las empresas se ven cada vez más abocadas a recurrir a esta clase de activo como fuente de financiación. Los ingresos obtenidos se destinaron fundamentalmente a refinanciación o a otros fines corporativos generales en lugar de a actividades más agresivas, como son las fusiones y adquisiciones, aunque este año se han producido más operaciones de este tipo dado que los ejecutivos han recuperado la confianza.
La gran pujanza de este producto desatada tras la crisis financiera ha ejercido una influencia estructural interesante en el mercado. El último lustro ha estado marcado por el predominio de un entorno más conservador entre las agencias de calificación. La caída generalizada de las calificaciones de la deuda pública y corporativa implica que el mercado europeo del alto rendimiento es muy diverso en cuanto a tipos de emisores y, por ende, se trata más bien de un mercado general de activos líquidos. Además, junto a las empresas que normalmente se considerarían como de alto rendimiento encontramos a ángeles caídos [compañías anteriormente aptas para la inversión (investment grade)] que probablemente recuperarán su calificación a medida que sus previsiones vayan mejorando. Continental, fabricante internacional de neumáticos que acaba de recuperar su calificación BBB, es un claro ejemplo de ello.
La relativa juventud y la rápida expansión del mercado europeo del alto rendimiento se traducen en una profusión de nombres nuevos, de ahí que nos hallemos ante un mercado que premia el análisis inteligente y una buena selección de valores. Sin embargo, persiste la considerable distancia de los diferenciales (la prima de rentabilidad sobre la deuda pública) entre las distintas calificaciones dentro del segmento del alto rendimiento, lo que crea, una vez más, oportunidades para obtener más beneficios a través de una astuta selección de activos.
Es de esperar que el mercado europeo del alto rendimiento siga los pasos de Estados Unidos, de ahí que sea probable que las próximas décadas deparen un crecimiento sustancial, no sólo en términos de volumen y solidez del mercado, sino también de experiencia y confianza de los actores que se sitúan a ambos lados de las operaciones de préstamo. Así pues, el mercado se nutre de su propio crecimiento a medida que madura el segmento europeo de bonos de alto rendimiento.
Chris Bullock, cogestor del fondo Henderson Horizon Euro High Yield Bond Fund