El año pasado, Europa se vio afectada por la combinación de dos factores entrelazados: la guerra en Ucrania y la reducción del suministro de gas natural por parte de Rusia. Estos sucesos generaron incertidumbre en los mercados financieros. Sin embargo, el entorno para el Viejo Continente en 2023 ha mejorado sustancialmente debido a una combinación de factores positivos.
Uno de los impulsores más relevantes ha sido la buena gestión tanto de la demanda como de la oferta energética (combinadas ambas con un invierno inusualmente cálido), lo que ha llevado a que las reservas de gas natural se encuentren en máximos para esta época del año. Esto ha facilitado una contención de la inflación general, lo que a su vez ha favorecido la estabilidad financiera de la región.
Además, la licitación de NGEU (Plan Fiscal Común de la UE) esperamos que aporte entre un 0,5% y 0,75% de crecimiento incremental anual del PIB en los próximos años, lo que apoyaría la expansión económica en todo el continente. La reapertura de China también ha contribuido positivamente, constituyendo una gran noticia para las empresas europeas que dependen de las ventas al exterior.
El PMI Composite augura crecimiento económico en Europa, lo que ha generado optimismo en los mercados. La combinación de una situación macroeconómica mejor de lo esperada, con la infraponderación actual de la renta variable en carteras globales y unas valoraciones atractivas (P/E 12 M Forward por debajo de la media histórica) hacen que las empresas cotizadas europeas sean una muy buena oportunidad de inversión.
Existen fondos muy recomendables para capitalizar esta oportunidad y con los que se podría esperar obtener TIRes (o IRRs) de doble dígito en los próximos años.
Es importante mencionar que optar por la renta variable siempre conlleva un cierto grado de riesgo y que se deben evaluar en profundidad las opciones antes de invertir. Sin embargo, en este caso, el contexto positivo que se presenta en Europa y la oportunidad de comprar activos líderes globales hacen que la inversión en renta variable de la región sea una excelente alternativa.
En conclusión, Europa presenta una muy buena oportunidad para los inversores que buscan diversificar su cartera basado en tres factores: una situación macroeconómica con perspectivas revisadas al alza, valoraciones atractivas y la infraponderación actual de renta variable europea en las carteras globales.
Columna de Adolfo Monclús