La economía europea se beneficia de una dinámica positiva de crecimiento, con cifras por encima de las previsiones del consenso. Tras un primer trimestre especialmente dinámico (1,9% interanual), el crecimiento económico volvió a sorprender en el segundo trimestre (2,2%). Este ritmo es superior a su potencial y a la media de 2010-2015. Por su parte, los riesgos de deflación están despareciendo pero la disminución del desempleo aún no es suficiente para generar una subida de la inflación.
Este panorama económico positivo viene acompañado de un entorno de relativa calma política, ya que la victoria de Angela Merkel en las elecciones ha reafirmado las expectativas de los inversores en el proceso de integración europea y Francia está adoptando medidas concretas.
En este contexto favorable, el Banco Central Europeo ha dado el mensaje de que para Mario Draghi es urgente esperar. Lo más probable es que los tipos de depósitos todavía se mantengan sin cambios durante un tiempo. En su reunión de septiembre, el BCE revisó sus previsiones de crecimiento al alza (al 2,2% para 2017) y de inflación a la baja, debido sobre todo a la evolución del tipo de cambio del euro y a pesar del encarecimiento de las materias primas en general, y no realizó ningún anuncio acerca de una nueva reducción de sus compras de activos, señalando también que en el mes de octubre debería contar con la mayoría de los datos necesarios para tomar una decisión en este aspecto.
En nuestra opinión, la escasez de oferta de bonos no es motivo suficiente para acelerar el tapering
En Reino Unido, las negociaciones del Brexit avanzan lentamente y este proceso todavía no ha tenido ningún efecto sustancial. No obstante, el crecimiento echó el freno a comienzos de 2017, con un 0,4% trimestral en términos interanuales en el segundo trimestre, frente a una media del 1,6% en los cuatro trimestres de 2016. Esta desaceleración se debe a la disminución del consumo y las encuestas de confianza de los hogares no muestran una mejora por lo que respecta a la demanda.
El mercado inmobiliario en general y sobre todo sus precios se han ralentizado considerablemente desde el referéndum mientras los impagos van en aumento. En el terreno empresarial, los resultados del segundo trimestre confirmaron la solidez de las compañías europeas. La dinámica de crecimiento de los beneficios se mantiene fuerte en el segundo trimestre y los sectores de productos básicos, tecnología, telecomunicaciones y finanzas registraron los mejores resultados. Por el contrario, los sectores de la industria y de bienes de consumo decepcionaron.
Sin embargo, el porcentaje de empresas que superaron positivamente las expectativas del mercado ha disminuido respecto al primer trimestre, pero se mantiene en porcentajes elevados desde el punto de vista histórico. No obstante, estos anuncios no permitieron respaldar la subida del mercado. Las altas expectativas y una fuerte revalorización del euro afectaron a la dinámica.
El nivel actual del euro respecto al dólar todavía no es un obstáculo para el crecimiento en la zona euro, aunque sí está teniendo impacto: la subida del euro empeora ligeramente las perspectivas de los beneficios por acción (BPA), el crecimiento es en gran medida insuficiente para compensar el impacto de la divisa, la bajada de los precios de las importaciones respalda el poder adquisitivo de los consumidores y supone un menor incentivo para que el BCE endurezca su política monetaria.
Nicolas Chaput es CEO global y co-CIO de Oddo BHF AM