La inversión en acciones basada en factores, conocida comúnmente como smart beta, continúa experimentando un rápido crecimiento con la aparición de nuevos índices en el mercado y con la entrada de grandes flujos de capitales. Algunos productos invierten en factores únicos y otros combinan diversos factores. De hecho, la inversión multifactorial se ha convertido en la estrategia más popular, representando en Europa el 45% de todos los flujos en ETFs de smart-beta durante 2016.
No en vano, mientras que los índices de smart-beta (value, low volatility, yield etc.) pueden integrarse en las carteras con un objetivo específico (por ejemplo, reducir el riesgo o aumentar el rendimiento), las estrategias multifactoriales tienen como objetivo diversificar las primas de riesgo de varios factores. Este enfoque evita la problemática del timing a la hora de invertir en un único factor.
En nuestra opinión, la implementación más sólida de un ETF multifactorial pasa por la construcción de una cartera equiponderada entre los seis factores más reconocidos (value, quality, yield, low volatility, size y momentum) y con rebalanceo trimestral. De esta forma, se aprovecha la diversificación y se maximiza el intercambio entre los costes de transacción y el potencial retorno.
Pero, ¿cómo ponderar los factores y rebalancear un índice multifactorial? Existen dos alternativas. El primero es el enfoque de «lego» (también conocido como mixto), que se basa en una asignación top-down a exposiciones individuales (autónomas) de smart-beta. El segundo es el enfoque de «soup» (también conocido como integrado) que trata de seleccionar valores que al mismo tiempo obtienen puntuaciones altas en diferentes criterios factoriales.
El enfoque de «lego» tiene algunas ventajas clave. Es más simple y más transparente, y permite una atribución directa de los retornos a los factores individuales. Además, la inversión smart-beta nació de la literatura académica que proporciona numerosas evidencias de que los índices de factores obtienen rendimientos por encima del mercado y esto es así a lo largo del tiempo y de diferentes geografías. Es por tanto una extensión directa de la combinación de factores en carteras, la que se realiza en el planteamiento «lego». En cambio, el enfoque de «soup» como inversión multifactorial está respaldado únicamente por algunos estudios basados en un conjunto limitado de universos de títulos y períodos de tiempo. Por lo tanto, estos resultados son menos robustos y deben ponerse en perspectiva debido a los problemas de data-mining.
Por último, el enfoque de «lego» ofrece una mayor flexibilidad en la incorporación de factores individuales, que potencialmente proceden de diferentes universos. Sin embargo, al final, la selección del enfoque entre «lego» vs. «soup» es, en gran parte, una pregunta empírica: ¿qué enfoque tiene más posibilidades de comportarse mejor?
Tribuna de Pedro Coelho, director de UBS ETF para España.