No importa cuán seguro se esté en una inversión o estrategia en particular, siempre existe la posibilidad de que alguno de los valores en la cartera no obtenga el retorno esperado en un momento dado. Sin embargo, diversificando de manera efectiva a través de una amplia gama de flujos de retorno con baja correlación entre sí, se puede reducir el impacto en la cartera en el caso de que se diera una situación semejante.
Siguiendo el método tradicional de diversificación, que habitualmente sigue la estrategia de comprar y mantener, con un enfoque a largo plazo, se obtienen rendimientos a partir del crecimiento económico continuo en todo el mundo. Pero este rendimiento de las carteras y los riesgos a la baja dependen en gran medida de los factores de crecimiento, que a su vez están condicionados por la continuidad de la fortaleza económica, el crecimiento corporativo y los rendimientos de los bonos.
Como hemos visto en los últimos 20 años, las diferentes clases de activos experimentaron períodos bajistas bastante prolongados, en los que, en algunos casos, su valor se redujo a la mitad. Son estos períodos prolongados de crecimiento negativo los que causan la mayor angustia y ansiedad a los inversores.
Como alternativa, al combinar cada uno de los flujos de rendimiento tradicionales en una cartera más equilibrada, los inversores pueden diversificar gran parte de su riesgo a la baja y la volatilidad de la cartera, al tiempo que mantienen la mayor parte de sus rendimientos a lo largo del tiempo. Al dar un paso más allá y tratar de diversificar multidimensionalmente, se podría conseguir aumentar los rendimientos esperados, disminuir el riesgo a la baja y crear una cartera que funcione independientemente de los factores de crecimiento global, tal vez evitando pérdidas de importancia durante recesiones y crisis de mercado.
Uno de los fondos que ha optado por una vía similar es Schroder GAIA Bluetrend, un mixto flexible que en el año obtiene una rentabilidad del 28,48% en su clase C de acumulación en euros.
Se propone como objetivo generar un rendimiento positivo, después de deducir comisiones, a lo largo de un periodo de tres años, mediante la inversión en mercados de valores de tipo fijo y variable, valores de renta variable y relacionados con la renta variable, divisas y materias primas a nivel mundial.
Su estrategia de seguimiento de tendencias invierte en una amplia gama de mercados, incluidos los de renta variable, renta fija, materias primas, tipos de interés y divisas. Pretende generar una rentabilidad neta a largo plazo del 10%-15% anual. Es una estrategia basada en el seguimiento de las tendencias, que trata de aprovechar las tendencias alcistas o bajistas del mercado, analizando el movimiento de los precios, más que los fundamentales, de los activos subyacentes, para tratar de identificar tendencias e invertir de acuerdo a ellas: comprando cuando el precio sube y vendiendo cuando el precio baja. Los inversores que siguen la tendencia no prevén el rumbo del mercado, sino que pretenden obtener beneficios tanto en los mercados con tendencia alcista como en los de tendencia bajista. Mediante un análisis selectivo, los seguidores de tendencias eliminan las emociones humanas de la decisión de invertir.
La cartera del fondo es capaz de generar rentabilidad tanto en un entorno de mercado bajista como alcista. En general, la rentabilidad de la estrategia de seguimiento de tendencias tiene una baja correlación con las clases de activos tradicionales, lo que proporciona una valiosa diversificación de la cartera. Con un historial de éxito consolidado, su rentabilidad anualizada desde su creación es del 8,40%.
Leda Braga, directora general de Systematica Investments Limited, dirige el equipo de inversión. Leda es la fundadora y directora general de Systematica. Antes de fundar Systematica, Leda fue presidenta y responsable de Operaciones Sistemáticas en BlueCrest Capital Management y responsable del Servicio de Valoración de Cygnifi Derivatives Services (filial de JP Morgan), tras pasar casi siete años en JP Morgan como analista cuantitativa, en el equipo de análisis de derivados. Su experiencia anterior incluye la modelización de instrumentos exóticos de tipos de interés, instrumentos híbridos de divisas/tipos de interés y derivados de renta variable. Trabajó como profesora en el Imperial College de Londres y dirigió proyectos de investigación durante más de tres años antes de incorporarse a JP Morgan. Leda ha sido asesora del consejo del fondo de pensiones del CERN en Ginebra y del consejo asesor del Centro de Riesgo Sistémico de la London School of Economics. En 2019, se incorpó al Consejo de Administración del Standards Board for Alternative Investments (SBAI).
El equipo adopta en su proceso inversor un enfoque único para identificar ideas que generen rentabilidad, mejoren el riesgo o reduzcan los costes. El fondo opera en más de 200 mercados a través de una serie de clases de activos clave, proporcionando una amplia diversificación respecto a los mercados. Cada mercado se negocia individualmente sobre la base de varias estrategias propias de seguimiento de tendencias.
La construcción de la cartera sigue un enfoque bottom-up, a partir de cada mercado individual negociado. El ajuste de los niveles de riesgo y las exposiciones sectoriales aportan a la estrategia la capacidad de aprovechar las oportunidades adicionales en todos los sectores. El catalizador para la generación de ideas puede provenir de una variedad de fuentes. Una vez que se ha identificado una idea, se estudia y analiza a fondo. Una vez aprobada, el equipo de análisis la comparte con el equipo de tecnología para pasar de la teoría a la práctica. Una vez que se ha conseguido un modelo negociable y se ha puesto en marcha el sistema, la responsabilidad de su aplicación y seguimiento pasará al equipo de negociación. Este proceso es supervisado por los responsables de producto.
Al tratarse de un fondo de seguimiento de tendencias (cortas/largas), la importancia de las posiciones con mayor peso en la cartera es menor. Por tipo de activo, las mayores ponderaciones en posiciones largas son en renta fija a largo plazo (68,30%), divisas largo (40%), Commodity Long (34,60%), renta variable a largo (20,30%) y tipos de interés a largo (8,10%). En corto corresponden a otros (565,50%), divisas corto (-42,50%), CDS Short (-11,80%), renta variable a corto (-4,90%) y Commodity Short (-1,40%). Por región, la posición neta de América del Norte es de -119,50%, la de Europa -225,60%, con Asia-Pacífico representando un -125,40% y emergentes un -17,50%.
La historia de rentabilidades del fondo lo sitúa entre los mejores de su categoría por este concepto, en el primer quintil, durante 2022, batiendo al índice de su categoría en los cuatro periodos anuales anteriores. A tres años, su dato de volatilidad es del 17,28%, reduciéndose hasta un 13,28% a un año. En este último periodo, su Sharpe es de 1,99 y su tracking error, respecto al índice de su categoría, de 14,72%. La suscripción de la clase C de acumulación en dólares de Schroder GAIA Bluetrend requiere una aportación mínima inicial de 10.000 dólares (aproximadamente 9.521 euros) aplicando a sus partícipes una comisión fija del 1% y de depósito de hasta el 0,25%, además de una comisión variable del 10% sobre resultados positivos anuales del fondo respecto a su HWM o marca de agua (nivel más alto del valor alcanzado por una inversión o cartera).
La clase C de acumulación en dólares de este fondo es una clase limpia, elegible para clientes retail, profesional o contraparte elegible, así como para asesoramiento independiente – retail, profesional o contraparte elegible y para asesoramiento no independiente con acuerdo de honorarios – retail, profesional o contraparte elegible. También lo es para RTO con acuerdo de honorarios – retail, profesional o contraparte elegible y DPM – retail, profesional o contraparte elegible.
En el caso del fondo Schroder GAIA Bluetrend, el equipo gestor no proporciona perspectivas de mercado, ya que su estrategia está basada en el seguimiento de tendencias: no intenta predecir la dirección del mercado, sino identificar tendencias alcistas o bajistas y tomar posiciones para sacar partido en ambos casos.
La rentabilidad de la clase C de acumulación en dólares del Schroder GAIA Bluetrend a lo largo de su historia, respecto al riesgo incurrido medido por volatilidad, especialmente en los últimos tres años, lo hace merecedor de la calificación cinco estrellas de VDOS.
Tribuna de Paula Mercado, directora de Análisis de VDOS.