Salvo la renta variable estadounidense, ¡nada quedó a salvo! Se ha constatado una paradoja real: las rentabilidades de las clases de activos son decepcionantes, a pesar de que el crecimiento mundial roza el 4%, impulsado por la economía estadounidense. El aumento de los riesgos explica este mal comportamiento y empaña las perspectivas futuras.
¿Cuáles son estos riesgos?
1. Guerra comercial. Aunque los aranceles aplicados actualmente (110.000 millones de dólares) siguen siendo casi insignificantes para el conjunto de la economía mundial, es el cuestionamiento de los tratados de libre comercio lo que pone en riesgo el crecimiento mundial. Esto obliga a China a frenar su programa de desendeudamiento para reactivar su economía mediante el crédito, una medida contraria a sus objetivos.
En cualquier caso, los efectos ya se han dejado sentir en los países emergentes más débiles, que se ven afectados al mismo tiempo por la desaceleración económica china, la subida del dólar y el precio del petróleo (para los países importadores). Si a ello le añadimos los problemas específicos de Argentina, Venezuela o Turquía, nos cuesta ser optimistas con respecto a estos mercados hasta que no veamos los primeros indicios de estabilización.
2. Aumento del nacionalismo. Parece razonable dudar de la lógica económica de algunas decisiones políticas dictadas por factores electorales populistas. Dichos factores tienen un impacto importante en los presupuestos, por lo que aumenta la incertidumbre sobre las previsiones.
3. Normalización de las políticas monetarias. El endurecimiento en curso de las condiciones monetarias probablemente provocará una retirada de liquidez en un mercado dopado con compras de activos y unos tipos bajos desde hace diez años. La abstinencia resultaría dolorosa y podría conllevar reajustes de asignación, especialmente en favor de los activos reales.
¿Qué podemos esperar de aquí a fin de año?
No todo es negativo, ni mucho menos. Las empresas están viviendo sin problemas este periodo complejo y han aumentado de forma significativa su potencial de beneficios (entre el 10% y el 25%, dependiendo de la región geográfica). Por tanto, es preciso mantener la inversión en la renta variable estadounidense y europea, máxime cuando el mercado sigue siendo asequible, como indica la contracción de los múltiplos de valoración en estas dos regiones con respecto a hace un año (aumento de los beneficios de un 25% en 2018 en EE.UU., mientras que las acciones solo han subido un 10%). Con respecto a Europa, finalmente un goteo de revisiones al alza de los analistas para el año 2019. ¡Es una primera señal alentadora!
En cuanto a la renta fija, hemos vuelto a los bonos convertibles y los bonos high yield tras la reciente reducción de la volatilidad y la ampliación de los diferenciales en los bonos de mayor riesgo. En cuanto a la deuda pública, mantenemos una opinión negativa, teniendo en cuenta el perfil de riesgo y rentabilidad desfavorable.
No obstante, no ignoramos el aumento de los riesgos y compramos divisas fuertes, como el dólar, el yen y el franco suizo.
Italia sigue al borde del precipicio y el aterrizaje de los presupuestos el 15 de octubre podría ser accidentado, ya que los dos líderes populistas mantienen su fuerte discurso populista. Con un diferencial de 250 puntos básicos con respecto al bono alemán a diez años, hay más margen de ampliación que de lo contrario. ¡Reduzcan las posiciones en bonos italianos!
Otro riesgo sería una subida repentina del precio del petróleo relacionada con una ruptura de la cadena de suministro y un aumento del riesgo político en Oriente Medio. Compren coronas noruegas, divisa que muestra descuento y una reciente descorrelación con la subida de los precios del petróleo, a pesar de que el banco central va a subir sus tipos de interés y que la inflación se está acelerando.
Por último, las no cotizadas siguen ofreciendo buenas perspectivas de rentabilidad, sin verse afectados por la volatilidad de las valoraciones a corto plazo.
Nicolas Chaput es delegado y director de inversiones de Oddo BHF AM. Laurent Denize es director de Inversiones adjunto de Oddo BHF AM.