Tras el excelente año en los mercados en 2019, para este año se espera un entorno positivo, aunque no tan favorable, con picos de volatilidad. Sólo en lo que llevamos de año hemos vivido ya cambios importantes: el Brexit por fin ha sucedido, el presidente estadounidense ha resultado exonerado tras su proceso de impeachment y, el suceso que ha resultado más alarmante, el brote del coronavirus en China. Un hecho que, incluso en el mejor de los casos, puede tener importantes repercusiones en el crecimiento económico del gran país asiático e incluso en todo el mundo.
En situaciones como la actual resulta conveniente incluir en la cartera un fondo de inversión que, como sucede con BlackRock Global Event Driven busque obtener un rendimiento absoluto positivo para los inversores, independientemente de los movimientos del mercado. El fondo se revaloriza en el último año un 3,59% en su clase I2 con cobertura en euros, registrando el dato más reducido por volatilidad en este periodo, respecto al resto de fondos de su categoría.
Para lograr este objetivo invierte principalmente en renta variable, además de incluir oportunidades de crédito selectas. En condiciones normales de mercado, el fondo busca obtener al menos el 70% de su exposición a través de acciones. También puede invertir en valores transferibles de renta fija, instituciones de inversión colectiva (incluidos ETFs), derivados y, cuando se determine apropiado, efectivo e instrumentos en efectivo. Su intención es aprovechar al máximo la capacidad de invertir en derivados que ofrecen posiciones sintéticas largas y cortas, con el objetivo de maximizar los rendimientos absolutos positivos. Puede asimismo invertir hasta el 10% en activos en dificultades. La asignación de activos del fondo tiene la intención de ser flexible, manteniendo la capacidad de ajustar sus exposiciones a medida que lo dicten las condiciones del mercado y otros factores. La exposición a divisas del fondo se gestiona de forma flexible.
Para su gestión, se emplea un estilo flexible, lo que permite al equipo gestor adaptarse a las condiciones cambiantes del mercado. Invierte ampliamente, en todo el espectro de catalizadores, lo que permite al equipo gestor generar alfa, implementando las mejores ideas dentro de un marco adaptable y consciente del riesgo. La exposición a las subestrategias está impulsada por el conjunto de oportunidades globales y el entorno general del mercado. El equipo gestor cree que puede generar alfa a través de los ciclos del mercado utilizando este estilo de gestión flexible.
El gestor del fondo es Mark McKenna, fundador y director global de Event Driven en BlackRock. Es el responsable de todas las decisiones finales de toma de riesgos y gestión de cartera del fondo. Mark McKenna cuenta con el respaldo de tres gestores, cada uno de ellos con más de 15 años de experiencia, que han trabajado para Mark McKenna en el pasado en sus anteriores empleos. Los gestores son responsables de la búsqueda de ideas, el análisis fundamental y el due dilligence, y mantienen un diálogo continuo y colaborativo con Mark McKenna con respecto a la tesis de inversión, el tamaño de las posiciones que se toman y las coberturas. Además, el equipo de inversión senior está respaldado por cinco analistas generalistas.
Antes de unirse a BlackRock en 2014, Mark McKenna fue director general de Harvard Management Company (HMC) y cofundador del fondo event-driven de HMC. Fue también gestor de cartera de esta estrategia en Caxton Associates, LLC. Con anterioridad, Mark McKenna pasó cinco años en el Banco de Inversión Global y Corporativo de Citigroup, como vicepresidente de fusiones y adquisiciones. Antes de graduarse, el señor McKenna sirvió como teniente en la Fuerza de Submarinos Nucleares de la Marina de los Estados Unidos, donde llevó a cabo patrullas disuasorias estratégicas a bordo del USS Ohio, certificándose como ingeniero nuclear por el Departamento de Reactores Navales. Se graduó en ingeniería eléctrica por el New York Maritime College y obtuvo su MBA, con distinción, por la New York University (NYU).
Para lograr su objetivo y política de inversión, el fondo utilizará una variedad de estrategias e instrumentos de inversión. En particular, el fondo empleará un proceso de inversión basado fundamentalmente en un amplio espectro de oportunidades de inversión dirigidas por eventos. Las inversiones abarcan un amplio espectro de catalizadores, tanto duros como blandos, que incluyen, entre otros, fusiones y adquisiciones anunciadas, ofertas de empresas, escisiones, reestructuración financiera/estratégica, cambios de gestión, adquisiciones sinérgicas, así como otros eventos transformadores. No se garantiza un resultado positivo de la inversión.
Adopta posiciones largas, largas sintéticas y cortas sintéticas en todo el mundo. Se pretende que la asignación de activos del fondo sea flexible y mantenga la capacidad para ajustar la exposición según lo aconsejen las condiciones del mercado y otros factores. El riesgo de divisa se gestiona de forma flexible.
Para cumplir con su política y objetivo de inversión, el fondo utiliza una diversidad de instrumentos y estrategias de inversión. En concreto, emplea un proceso de inversión basado en el análisis fundamental, centrándose en una amplia variedad de oportunidades de inversión que puedan generar importantes plusvalías a corto plazo. Estas oportunidades de inversión pueden tener una naturaleza muy diversa: anuncios de fusiones y adquisiciones de compañías, ofertas públicas de adquisición, operaciones de escisión y separación de empresas (spinoffs y split-offs) y cambios en la dirección corporativa.
Uno de los casos de éxito de la estrategia event-driven del fondo es el de Anadarko Petroleum Corporation (APC) una compañía prospectora de gas y petróleo, con base en Tejas, que cuenta con un fuerte posicionamiento en la Cuenca Pérmica, Golfo de México y África. Chevron Corporation (CVX) es, por otra parte, una compañía energética integrada. En abril de 2019, CVX anunció un acuerdo para la adquisición de APC, a 65 dólares la acción, ya que fortalecería su presencia en la Cuenca Pérmica, aportaría oportunidades de sinergias significativas en el Golfo de México y le daría acceso a la operación de APC en Mozambique.
Había otro prospector de petróleo y gas, Occidental Petroleum (OXY) interesado en adquirir APC por un precio de 70 dólares la acción. La capitalización de mercado de CVX es seis veces la de OCY, siendo la oferta preferida por el consejo de dirección, que la percibía como de menor riesgo. Dado que Blackrock era el segundo mayor accionista de las tres compañías, el equipo de la gestora se asoció con las principales stakeholdres interesadas de toda la compañía para involucrar a directivos y miembros del consejo de administración de ambos compradores potenciales. Como resultado, OXY consiguió financiación adicional, lo que le permitió aumentar su oferta a 76 dólares, oferta que fue finalmente aceptada por APC.
En este punto, el análisis de BlackRock indicaba que podría recibirse otra oferta de CVX, por lo que consideraron prudente aprovechar esta oportunidad para reducir su exposición y cristalizar retornos. Poco después, El consejo de administración de APC firmaba un acuerdo definitivo con OXY. BlackRock mantenía entonces una posición moderada en la compañía resultante de la fusión.
La cartera del fondo incluye entre sus mayores posiciones acciones de Allergan Plc (9,51%), Zayo Group Holdings Inc (5,96%), Liberty Property Trust (5,45%), Tiffany & Co. (5,19%) y Wellcare Health Plans Inc (4,83%). Por sector, las mayores ponderaciones corresponden a tecnologías de la información (15,42%), salud (13,59%), consumo discrecional (9,53%), industrial (9,50%), y comunicación (7,87%). Por país, Estados Unidos (42,54%), Reino Unido (6,14%), Holanda (4,90%), Israel (2,63%) y Canadá (1,84%) representan los mayores pesos en la cartera del fondo, que cuenta con un patrimonio bajo gestión de 3.256 millones de dólares (aproximadamente 2.956 millones de euros).
La historia de rentabilidades del fondo lo posiciona entre los mejores de su categoría, en el primer quintil, durante 2017 y 2018. A tres años, registra un dato de volatilidad del 3,40% y del 1,80% a un año, posicionándose en ambos periodos entre los mejores de su categoría (gestión alternativa), en el quintil cinco. También a un año, su Sharpe es de 2,18 y su tracking error, respecto al índice de su categoría, del 1,90%. La suscripción de la clase I2 de capitalización en euros del fondo requiere una aportación mínima de 10 millones de dólares, aplicando una comisión fija del 1%, además de una comisión variable del 20% sobre resultados positivos entre el fondo y su índice de referencia, el BofA ML 3M USD Treasury Bill. Cuenta también con una clase A2, también con cobertura en euros, con un requerimiento mínimo de aportación de 5.000 dólares (aproximadamente 907 euros) que aplica una comisión fija de 1,50% y de depósito del 0,40%. Esta clase mantiene la misma comisión variable del 20% de la clase I2.
Durante el último trimestre de 2019 se anunciaron fusiones y adquisiciones en Estados Unidos por un volumen de más de 1 billón, suponiendo otro año récord de estas operaciones. Geográficamente, la actividad se mantuvo muy concentrada en América del Norte, que registró su segundo año más fuerte y representó más de la mitad de las fusiones y adquisiciones globales. La actividad en Europa occidental repuntó en la segunda mitad del año, mientras que el volumen en toda la región se mantuvo por debajo de la media de cinco años. Si bien tecnología e industriales impulsaron la consolidación en todo el mundo, las fusiones en el sector de la salud fueron más frecuentes en América del Norte.
El activismo de los accionistas siguió prevaleciendo a lo largo del año, con un 60% de las campañas en América del Norte, con lo que el consejo y los directivos de las compañías trabajaron para defenderse de los numerosos inversores activistas y las desinversiones corporativas alcanzaron el cuarto nivel más alto de la historia.
En este sólido entorno de catalizador corporativo, los mercados de renta variable variaban a lo largo del año en respuesta a las noticias sobre las tensiones comerciales, el impeachment del presidente Trump y la preocupación sobre el Brexit. El trimestre comenzó y terminó con un rally en los mercados de renta variable, tras el anuncio de Trump de un «acuerdo de fase uno» con China. Un optimismo apoyado asimismo por el tercer recorte de tipos del año por parte de la Reserva Federal, con lo que el S&P 500 terminaba el año en máximos históricos.
Invertir parte de una cartera en estrategias event driven, que requieren una infraestructura y experiencia tangibles por parte del gestor, para generar alfa, puede también proporcionar algunos rendimientos no correlacionados diseñados para ser persistentes, independientemente de si la continuada subida de los mercados de renta variable comienza o no a desvanecerse.
La positiva evolución en los últimos tres años, especialmente por volatilidad, de BlackRock Global Event Driven, lo hace merecedor de la calificación cinco estrellas de VDOS.
Tribuna de Paula Mercados, directora de Análisis de VDOS