El gobierno de López Obrador desea poner en práctica muchos programas sociales y realizar varias inversiones. Para llevar a cabo todos sus proyectos se requiere incrementar el gasto, lo cual tiene sus limitaciones si de manera paralela se desea cumplir con el compromiso de reducir, o al menos no incrementar, la deuda pública. La realidad ya les está mostrando que no es posible reducir el déficit público, aumentar el gasto y a la vez disminuir los impuestos. Durante la campaña propuso que en la zona fronteriza iban a disminuir el IVA y el impuesto a la renta. Al trabajar en el presupuesto se dieron cuenta que si bajan esos impuestos la recaudación disminuiría y tendrían menos recursos para gastar.
Los incrementos en las tasas de interés y la depreciación del peso que se ha registrado en las últimas semanas implica que los recursos que se tienen que destinar para pagar los intereses de la deuda, tanto interna como externa, aumentan. Ello implica que se reduce el dinero que se pueden destinar a los programas sociales y a la inversión.
Ante esta situación algunos de los miembros de Morena han estado buscando la forma de hacerse de recursos para financiar todos esos proyectos. Un legislador ya salió a proponer que las reservas internacionales se utilizaran para dicho financiamiento y, consciente de las implicaciones negativas para la economía de esa propuesta, el futuro secretario de Hacienda declaró que esa medida no se instrumentará. Ahora, otro legislador promueve la idea de que los recursos de las Afores se puedan utilizar para financiar los proyectos de inversión. Utilizar los recursos de las Afores se puede presentar de dos formas. Una de ellas es estatizando a las Afores, como sucedió con los bancos en 1982. De esa manera el gobierno determinaría donde se invierten esos recursos. Una decisión de este tipo se adoptó en Argentina. La otra opción es que en la regulación de las Afores se establezca que necesariamente tengan que invertir en proyectos del gobierno, independientemente de la rentabilidad y riesgo que tengan.
Cualquier opción es en detrimento de los trabajadores. Los recursos de las Afores se tienen que invertir buscando el mayor rendimiento con riesgo controlable para que puedan alcanzar los recursos para pagar las pensiones. Ya la experiencia nos muestra que si los recursos no se invierten adecuadamente se generan crisis de pensiones. Durante muchos años, los recursos que recibía el IMSS para el pago futuro de pensiones se dedicaron a financiar los hospitales que, si bien tuvo un efecto favorable en la población porque permitió mejorar y ampliar los servicios de salud, en el tiempo le generó una crisis financiera al IMSS porque actualmente no cuenta con los recursos necesarios para pagar las pensiones de los trabajadores.
Si se llegara a imponer a las Afores que inviertan en proyectos de infraestructura del gobierno y el rendimiento de los mismos es muy bajo o el riesgo muy elevado, volveremos a vivir la historia de que los ahorros para pagar las pensiones futuras se ponen en riesgo. Lo que se requiere es aumentar el rendimiento de los recursos a través de dar más opciones de inversión, pero no imponiendo en donde se tiene que invertir. Forzar a las Afores a invertir en proyectos nada más porque son del gobierno, sin importar su relación riesgo rendimiento va a perjudicar a los trabajadores, sus ahorros no van a generar los suficientes interesas para poder cubrir las pensiones. El tema de las pensiones se tiene que analizar a fondo, pero claramente imponer cajones de inversión no contribuye a la problemática que tienen, al contrario, complica más la situación.
Columna de Francisco Padilla Catalán