Las olas de calor son cada vez más intensas y persistentes, lo que expone a varias regiones de la UE al riesgo de sequía. La sequía podría costar a España e Italia 4,6 y 10 billones de euros, respectivamente, hasta 2050. Esto equivale al 8,3% y al 5,8%, respectivamente, del PIB per cápita de cada país. Estos costes representan el 45% de las pérdidas hipotéticas de 32,7 billones de euros que este clima extremo supondría para el conjunto de la UE.
Las consecutivas olas de calor en Europa, junto con los cambios en el régimen de precipitaciones, ya están exponiendo a varias regiones (sobre todo meridionales) a una sequía meteorológica. Esto está causando graves daños a los sistemas económicos, humanos y naturales. Los episodios de sequía figuran entre los múltiples efectos adversos del cambio climático. Por lo tanto, es vital que los inversores sometan a las economías a pruebas de estrés para detectar la exposición a la sequía y detectar riesgos en sus carteras.
La Prueba de Estrés Climático Macroeconómico (MCST) de Scope modela la exposición teórica de las economías y los sectores a la sequía y otros riesgos climáticos. Aplicando la MCST a los países de la UE, las futuras sequías en el escenario desordenado de la Network for Greening the Financial System (NGFS) podrían costar unos hipotéticos 32,7 billones de euros entre 2020 y 2050, lo que representa el 3,3% del PIB total del bloque.
El 70% de las pérdidas modelizadas relacionadas con la sequía se producen en las cinco mayores economías de la UE (gráfico 1). Los países del norte de la UE (Alemania, Francia, Países Bajos) son los menos expuestos al riesgo de sequía, pero las hipotéticas pérdidas relacionadas con la sequía en España e Italia (las mayores economías del sur de la UE) representan el 45% de la pérdida total prevista en la UE (15% España y 30% Italia) y el 64% de la pérdida prevista de las cinco grandes economías.
La sequía podría costar a Italia 10 billones de euros durante el periodo 2020-2050, lo que equivale a un 8,3% acumulado del PIB per cápita del país durante el mismo periodo.
España es el segundo país de la UE más expuesto a sequías que podrían costarle hasta 4,6 billones de euros, lo que representa el 5,8% de su PIB per cápita durante el mismo periodo.
Estas graves consecuencias podrían suponer retos económicos adicionales y cargas financieras derivadas de los gastos públicos financiados con deuda para hacer frente a los riesgos de sequía, lo que elevaría sus ratios deuda/PIB, aumentando el coste de refinanciación a largo plazo.
La agricultura, el sector más expuesto
A nivel sectorial, la agricultura es el sector con mayor exposición al riesgo de sequía en la UE, con unas pérdidas acumuladas previstas de 1,8 billones de euros, equivalentes al 9,8% de los ingresos del sector. Productos alimenticios, bebidas y tabaco; y Comercio al por mayor y al por menor tienen exposiciones del 6,8% y 6,7%, respectivamente. Otros sectores económicos presentan pérdidas relativas relacionadas con la sequía que oscilan entre el 4% y el 7% de la pérdida total prevista en la UE.
2.745 combinaciones país-sector
El MCST de Scope proporciona proyecciones de riesgos climáticos a nivel de país-sector, cubriendo 45 sectores económicos y 61 países y regiones para un total de 2.745 combinaciones país-sector. El MCST deriva la contribución de la actividad económica al riesgo total de sequía del país a partir de tres factores:
- La sensibilidad de la actividad económica a las sequías históricas (funciones de daños a nivel sectorial desarrolladas internamente)
- La exposición del país a futuras sequías en función del escenario climático
- El peso de la actividad económica en el PIB per cápita del país
Los resultados del MCST deben interpretarse teniendo en cuenta que las simulaciones asumen que la adaptación futura a nivel país-sector imita la adaptación histórica, lo que subestimará el potencial de las estrategias de adaptación para limitar los riesgos de sequía. Además, el modelo no incorpora otros fenómenos extremos que dependen en gran medida de las sequías, como los incendios forestales, lo que puede subestimar el coste económico de los periodos de calor y sequía extremos.
Tribuna elaborada por Hazem Krichene y Arne Platteau, analistas de Scope