Diversas zonas geográficas de México registraron una escasez de gasolina durante los últimos días de diciembre del año pasado y los primeros dos meses de 2019. La autoridad argumentó que la falta de gasolina se debía a que se había emprendido una lucha contra el robo de combustible y, como consecuencia, se habían registrado ataques a los ductos lo que complicaba la distribución de gasolina pero que existía suficiente cantidad, sin mencionar una sola cifra.
Debido a que se planteó que la falta de gasolina era consecuencia del combate al robo de la gasolina, no hubo protestas por la escasez, incluso el posicionamiento del presidente no disminuyó. Sin embargo, las cifras muestran que la escasez sí estuvo influenciada por menores importaciones y baja en la producción.
De acuerdo a información oficial de Pemex, la importación de gasolina en diciembre de 2018 disminuyó 14,4% respecto a diciembre de 2017 y fue 5,4% menor a lo importado en noviembre. López Obrador, durante el periodo de transición criticó que se importara gasolina e inclusive artículos de la prensa comentaron, en su momento, que había enviado a emisarios a Pemex para decirles que redujeran las importaciones. Las cifras fortalecen esa hipótesis. Por otra parte, la producción de gasolina de Pemex en el último trimestre de 2018 fue 20,5% menor a la del trimestre anterior. Según ClipperData, empresa estadunidense especializada en información del mercado petrolero, la reducción de las importaciones en diciembre fue 12,9%, cifra muy similar a la de Pemex y difieren porque Pemex incluye producto petroquímico para la formulación de gasolina.
A principios del año el Wall Street Journal, utilizando información de ClipperData, publicó una nota mencionando que la importación de gasolina se había reducido desde finales de diciembre y en los primeros 10 días de enero se habían importado en promedio 254.000 miles de barriles diarios, lo que reflejaba una reducción de 33% respecto a diciembre y 45% respecto a enero de 2018. El presidente López Obrador descalificó la noticia, aunque no presentó ninguna evidencia contraria.
ClipperData ya publicó la información completa de enero y resulta que las importaciones ascendieron a 383.000 miles de barriles diarios, lo que significa 27% por debajo de diciembre 2018 y 23,4% menos que enero de 2018. Si en los primeros 10 días el promedio fue 254.000, para llegar al promedio mensual de 383.000 se requiere que durante los 21 días restantes se haya importado en promedio 450.000 miles de barriles diarios. O sea que en la segunda parte del mes tuvieron que incrementar sustancialmente las importaciones para poder reducir la escasez.
Las cifras lo que confirman es que desde el inicio del gobierno de López Obrador se redujo la importación de gasolina y que fue hasta que ya había una crisis que se incrementó la importación. Que la menor importación y la reducción en la producción de gasolina fueron factores que contribuyeron, en buena medida, a la escasez de la misma. Que el plan para combatir el robo de combustible no tuvo una estrategia previamente definida, se debieron haber incrementado los inventarios y haber tenido listas las pipas para resolver los problemas de los ductos, lo cual no sucedió así, los inventarios eran muy bajos, por menor producción e importación, y el gobierno planteó la adquisición de las pipas una vez que existía la crisis de desabasto.
Columna de Francisco Padilla Catalán