¡Vaya mes! Contrario a lo que estábamos acostumbrados, marzo resultó ser otro mes difícil para los activos de riesgo a nivel global con movimientos de +/- 2% a la orden del día y siendo los mercados de acciones los que sufrieron en particular el incremento de volatilidad.
La ida y venida de amenazas comerciales entre Estados Unidos y China, la constante reorganización en la Casa Blanca, la telenovela tecnológica centrada en Facebook pero extendida por el resto del sector y las señales de crecimiento mundial después de los PMI de marzo, fueron los eventos que jugaron un papel protagonista durante el mes.
Durante nuestro comité de inversiones del mes de marzo revisábamos junto con nuestro economista jefe, las probabilidades y riesgos de que lleguemos a una guerra comercial. No creemos que este en el interés de ninguna de las dos naciones llegar a este punto, si bien Washington utiliza esta estrategia para presionar a que China mejore la protección de la propiedad intelectual y abra más su mercado interno a las empresas extranjeras.
En este punto, el desenlace e impacto de la situación comercial requiere un análisis muy complejo (y en cierto sentido, fuera de nuestro alcance). Todo va a depender de los grupos y coaliciones que se formen. Mientras que China tiene capacidad para enfrentar tensiones con países a nivel individual (incluso con los EUA), no podría hacer frente a un esfuerzo concertado entre países desarrollados, que persigan restringir el mercantilismo estatizado de Beijing.
¿Se formará esta coalición que “domestique” a China? ¿O más bien asistiremos a acciones unilaterales? Podría ser que la decisión de Trump de eximir a la UE y otros países en la aplicación de los aranceles al acero persigue precisamente ese objetivo de formar un frente común que obligue a Beijing a acatar la homogeneización de las prácticas industriales. Sinceramente creemos que no.
Aunque la volatilidad nos ha llevado a rebalancear las carteras a sectores de una menor beta, seguimos prefiriendo la renta variable sobre la renta fija. En Estados Unidos el reciente impulso en las revisiones a la alza de beneficios empresariales se ha apoyado casi únicamente en los recortes de impuestos en EE.UU. Por lo que en este punto, una mejora en los beneficios por el lado de las ventas/márgenes es necesario para que el mercado esté dispuesto a pagar múltiplos más elevados y enviar el mercado de nuevo a máximos.
Aunque no creemos un rápido retorno a los máximos de principio de año, si vemos probable que el índice S&P alcance nuevos máximos antes de final de año. Se mantienen los objetivos para los índices europeos, que seguimos considerando una buena inversión pese a los recientes episodios de inestabilidad en las bolsas mundiales.
Mercados emergentes
Seguimos siendo optimistas ante los mercados de renta variable asiáticos sobre todo India donde las reformas laboral y agraria, unidas a las aplicadas hasta ahora, podrían situar a India en el primer cuartil de crecimiento para su grado de desarrollo y, lo que es más importante, ponerla en condiciones de superar al resto del mundo emergente en la próxima década. India ya aporta el 10% del crecimiento global na cifra que podría elevarse a casi el 20% en el curso de la próxima década.
Si bien los recientes escándalos expuestos en algunos bancos de titularidad pública afectarán al ciclo de crédito e inversión, que sufrirá un cierto retardo por lo que revisamos a la baja el PER sobre beneficios futuros de 21,9 a 21 veces (en la actualidad está en 21,5).
Renta fija
En la renta fija, persisten las perspectivas negativas para valores de deuda pública con plazos de vencimiento largos denominados en dólares, euros, libras y yenes. Hemos mantenido el objetivo de rentabilidad del bono del Tesoro de EE.UU. a 10 años en 3,25%, así como nuestros objetivos (puntos de entrada) para ladeuda pública europea (Bund a 0,90%, España a 1,65%, Italia a 2,1%, Portugal a 2,2%, Irlanda a 1,1% y Grecia a 4,5%).
Seguimos apreciando potencial en algunos valores de deuda pública de mercados emergentes, sobre todo en Asia, donde la reciente alza de los tipos nominales ha llevado las rentabilidades reales a niveles atractivos (por encima de los 250 puntos básicos).
En Latinoamérica apreciamos escaso potencial en los bonos en dólares de México y Brasil, si bien nos gusta la deuda corporativa de estos países y los bonos argentinos en dólares. La renta fija corporativa la mantenemos neutral para el grado de inversión e infraponderada en High Yield, creemos que en este punto del ciclo de crédito las valoraciones no apoyan el estar expuesto a esta categoría de activos, esperamos una ampliación de spreads antes de volver a marcar un punto de entrada.
Eduardo Anton es portfolio manager de Andbank Advisory en Miami.