Una receta habitual para invertir con éxito en renta variable es la de ‘comprar barato y vender caro’. Esto es, en esencia, lo que intenta hacer la estrategia conocida como inversión value, comprando acciones en compañías que se consideran infravaloradas y que por consiguiente tienen potencial de recuperarse con el tiempo.
Estas anomalías de precio pueden obedecer a muchos factores, pero según nuestro análisis uno de los más comunes es una reacción exagerada por parte del mercado a problemas operativos o financieros a corto plazo. Creemos que la preocupación por cuestiones a corto puede crear oportunidades para aquellos inversores que adoptan un horizonte a largo plazo y evalúan la realidad subyacente de un negocio.
En muchos casos, las malas noticias pueden suscitar un pesimismo excesivo respecto a una compañía, y su cotización puede caer más de lo justificado. En nuestra opinión, un enfoque concentrado en encontrar compañías repudiadas cuyas perspectivas a largo plazo son subestimadas por el mercado puede generar rentabilidades atractivas para el inversor paciente.
Un periodo difícil para la inversión value
Pese a la sencillez de esta estrategia de inversión, los inversores se han mostrado reacios a aplicarla en los últimos años. Dada la considerable incertidumbre en torno a la economía global, muchos inversores cautos se han inclinado por compañías percibidas como seguras, dando la espalda a las consideradas como arriesgadas. Ha habido una preferencia por negocios de calidad que ofrecen beneficios fiables, y por compañías que proporcionan rentas estables en forma de dividendo. En este entorno, las acciones value más baratas han quedado rezagadas respecto a las growth de calidad.
En 2016, sin embargo, tras varios años difíciles, el estilo value recuperó el favor de los inversores y superó al conjunto de la renta variable europea. Uno de los posibles detonantes de esta recuperación fue la elección de Donald Trump como presidente de los Estados Unidos, que auguró mayores niveles de crecimiento en dicho país. Esto elevó la confianza de los inversores, y podría haber suscitado un giro fuera de las acciones seguras que previamente habían gozado de popularidad.
Panorama positivo para el estilo value en 2017
Incluso tras la recuperación de las acciones value el año pasado, creemos que las perspectivas de un enfoque selectivo y concentrado en el valor siguen siendo positivas. En el pasado reciente, la buena evolución del segmento valueen 2016 ha sido moderada en comparación con su retraso sufrido desde la crisis financiera de 2008-2009.
Un aspecto notable es que el diferencial de valoración entre la parte más barata del mercado y la más cara sigue cerca de su máximo histórico. Por consiguiente, la remuneración potencial de la inversión value podría ser significativa si esta brecha acaba reduciéndose.
Un enfoque diferenciado de inversión value
Creemos que el M&G European Strategic Value Fund está bien posicionado para aprovechar esta situación a través de nuestro enfoque de inversión value diferenciado: nos concentramos en encontrar acciones infravaloradas y evitar al mismo tiempo los riesgos asociados tradicionalmente con la práctica de comprar compañías baratas.
El mayor de estos peligros lo plantean aquellas acciones que son baratas con razón, y que en última instancia nunca serán inversiones exitosas: las llamadas trampas de valoración. A este respecto llevamos a cabo una rigurosa labor de análisis de compañías, con objeto de evitar invertir en acciones de baja calidad, con pocas posibilidades de que su cotización se recupere.
También tratamos de que la cartera no esté dominada por acciones de un sector específico, como por ejemplo el financiero o el de la energía, ya que tal sesgo puede ser una fuente de inestabilidad. La idea es construir una cartera más equilibrada y diversificada, compuesta de valores infravalorados de todas las áreas del mercado.
El fondo invierte principalmente en acciones de compañías, con lo que es probable que experimente mayores fluctuaciones de precio que aquellos fondos que invierten en renta fija o liquidez.
La importancia de un enfoque selectivo
En nuestra opinión, la inversión value en Europa presenta buenas perspectivas. Este tipo de acciones nos parecen muy atractivas, en términos tanto absolutos como relativos. Además, la economía europea da señales de estar recuperándose de un periodo prolongado de bajo crecimiento, lo cual debería redundar positivamente en los beneficios corporativos.
A corto plazo, no obstante, existen varias fuentes de incertidumbre política y económica que podrían causar nerviosismo en los mercados de renta variable. Por consiguiente, consideramos esencial aplicar un enfoque selectivo al invertir en acciones value. Con una cartera diversificada y un planteamiento disciplinado en busca de compañías que cotizan a precios genuinamente anómalos, creemos que el fondo tiene potencial de aprovechar las oportunidades de valor que detectamos hoy en día en Europa.
Le remitimos al glosario para una explicación de los términos de inversión empleados en este artículo.
Richard Halle, gestor de fondos en M&G.