Es evidente que la elección de un candidato presidencial francés a favor de un referéndum sobre la salida del euro haría que las acciones europeas se desplomaran, incluso aunque la consiguiente vuelta al franco francés no fuera una conclusión inevitable. En este punto, a unas cinco semanas antes del resultado de la segunda ronda, los sondeos de opinión sugieren que debemos poner esta posibilidad en perspectiva, pero todos sabemos que los riesgos sobre el brexit y la elección de Donald Trump fueron mal calculados en 2016.
Además, la campaña electoral ha sido constantemente sorprendente – ha desbancado a un favorito en las encuestas como Alain Juppé y debilitado a François Fillon, el otro candidato fuerte, respecto a los ganadores en las encuestas- por lo que las próximas cinco semanas serán especialmente largas.
Dado que los mercados reaccionaron positivamente al brexit y a la elección de Donald Trump, podríamos preguntarnos si van a dar la bienvenida a la llegada de un presidente populista en Francia de la misma manera. Pero en lo que a Francia se refiere, este paralelismo no se sostiene. El brexit es un evento con potenciales repercusiones de gran alcance económico, pero no constituye un riesgo sistémico en la medida en que el Reino Unido está fuera de la zona euro.
Sin embargo, si Francia saliese de la moneda única sería altamente sistémico: no todos los activos y pasivos de los agentes económicos son tratados de la misma manera por la ley francesa y cualquier retorno al franco francés crearía, en muchas instituciones francesas, desequilibrios financieros graves.
Artículo escrito por Benjamin Melman, director de asignación de activos y deuda soberana en Edmond de Rothschild AM