En todo Reino Unido encontramos diversidad de opiniones sobre Europa, incluso en el mundo de la inversión. Lamentablemente, mucho de lo expresado se debe a falta de conocimiento o de comprensión sobre las oportunidades que ofrece la región o las oportunidades para invertir en ella. Seleccionar un único título quizá no sea tan gratificante como se podría esperar, por lo que merece la pena recordar que Europa no son tan solo Nestlé y Volkswagen.
Europa es una economía madura, con problemas demográficos, lo que plantea ciertas oportunidades de inversión potencialmente muy interesantes. Sólo hay que fijarse, por ejemplo, en la creciente demanda de empresas que prestan servicios de asistencia sanitaria o que pueden ayudar a ahorrar para la jubilación ahora que los gobiernos están obligando a asumir esta responsabilidad de manera más personal. Sin ir más lejos Amundi es una de las mayores empresas de inversión del mundo, aunque no se reconozca en Reino Unido.
En lo que respecta a las políticas, Europa está aprendiendo lentamente, a diferencia quizá de Reino Unido, que la posibilidad de promulgar políticas económicas radicalmente diferentes está limitada por la fortaleza de las finanzas nacionales y los niveles de deuda existentes.
Adoptar el euro como moneda única resultó muy problemático para algunos países, pero la disciplina impuesta al desaparecer la solución a corto plazo de las devaluaciones de moneda les ha obligado a asumir cambios significativos a países como España, Portugal e Irlanda, que ahora están viendo los beneficios de su labor. No obstante, el ruido político ha distraído la atención de los logros conseguidos por las empresas de la región.
Líderes mundiales con una estrategia a largo plazo
De Europa son muchas de las empresas punteras del mundo, desde ámbitos como la logística y los servicios de mensajería urgente, con DHL, al importante proveedor informático para líneas aéreas Amadeus. Una gran cantidad de compañías de todo el mundo lleva décadas usando sistemas de gestión SAP. Si no, fijémonos también en marcas de lujo como Hermes, o en la fortaleza de algunas como L’Oreal.
Las críticas que reciben estas compañías europeas por ganar menos que las de la competencia de otras regiones suelen estar equivocadas, ya que las del viejo continente frecuentemente optan por invertir en proyectos a más largo plazo en lugar de mirar asustadas hacia atrás mientras los accionistas exigen más.
En Europa se suele emplear un enfoque más a largo plazo, en lugar de vender inmediatamente al nuevo máximo postor para ganar dinero rápido. Actualmente las recompras de acciones se están volviendo más habituales en Europa de lo que lo eran hace 30 años, pero este no ha sido el principal motor del crecimiento de los beneficios por acción (EPS), una acusación que sí puede atribuirse a otros mercados.
Para los inversores a los que les preocupa que Reino Unido abandone la UE, este puede ser un buen momento para mirar a su alrededor y ver cuántas empresas europeas se encuentran presentes en nuestra vida diaria, y si son accesibles como inversión.
Europa ofrece estrategias muy diversas que pueden resultar interesantes a los inversores, y un fondo que invierte exclusivamente en Europa, excluyendo a Reino Unido, puede ser una opción adecuada dado el temor y aversión generalizado a todo lo europeo que lamentablemente es ahora prevalente en Reino Unido. Para nuestra estrategia paneuropea, seguimos marcadamente infraponderados en renta variable británica, lo que refleja la incertidumbre existente sobre el Brexit y su proceso.
Tim Stevenson, gestor de renta variable europea en Janus Henderson Investors.