En el sector financiero, el término unicornio hace referencia a las empresas de nueva creación que aún no cotizan en bolsa, pero que ya están valoradas en más de 1.000 millones de dólares. Hace una década solo existía un puñado de este tipo de empresas. Recientemente, el número se ha incrementado hasta alrededor de 500. Esto supone una verdadera plaga de unicornios. Pero ¿es un problema esta plaga?
El problema está en la estrategia de crecimiento de muchos “unicornios”. Para estas compañías la prioridad son las ventas. Por lo general, el crecimiento de sus ventas se logra mediante el agresivo aumento de la cuota de mercado. Dejan de lado la rentabilidad, que no juega ningún papel y es secundaria a la expansión en los mercados globales, a veces incluso durante décadas. Por ejemplo, la compañía de comercio electrónico Amazon – hoy en día la tercera empresa cotizada más cara del mundo- es considerado un modelo a seguir para muchas de estas empresas.
Si un unicornio entra en el mercado, hay consecuencias para las empresas ya establecidas. Un ejemplo es Uber, la multinacional del transporte colaborativo puso en jaque al negocio del taxi a nivel mundial. En su salida a bolsa en mayo de este año, Uber estaba valorada en 75.000 millones de dólares, aunque la propia empresa se preguntaba si alguna vez sería rentable.
Así las cosas, ¿cómo pueden otras compañías luchar contra los “ubers” y “amazons” del mundo si los nuevos contrincantes no están focalizados en tener beneficios? Es una batalla muy asimétrica. Es ahí donde vemos que radica una de las principales razones del desempeño increíblemente débil de las acciones de valor frente a las acciones de crecimiento. La distorsión estructural del mercado causada por los “unicornios” es enorme y afecta especialmente a los modelos de negocio de las acciones de valor.
¿Cuándo terminarán de dar escaso rendimiento las acciones de valor? Dado el éxito de los “unicornios”, esto no es tanto una cuestión de valoración. La pregunta más importante es: ¿Cuánto tiempo más estarán dispuestos los inversores a financiar un crecimiento no rentable a tan gran escala? De momento, no parece que vaya a llegar el final de esta tendencia, pues las inversiones de miles de millones de dólares continúan fluyendo hacia este segmento.