A pesar de que la actual legislatura debía prolongarse hasta diciembre de 2018, el primer ministro japonés, Shinzo Abe, ha decidido disolver el parlamento (la Cámara Baja) y convocar elecciones anticipadas, que se celebraron ayer 22 de octubre de 2017. Esta práctica no es en absoluto un caso aislado, ya que varios jefes de gobierno han decidido en el pasado acortar la legislatura para aprovechar una situación favorable.
La decisión de Shinzo Abe parece responder a la misma lógica. Hace apenas unos meses, el primer ministro se vio salpicado por un escándalo que afectaba a su popularidad y la de su gobierno. Sin embargo, durante el verano, las tensiones con Corea del Norte y la firme reacción del primer ministro tanto internamente como ante la ONU propiciaron una clara remontada en los sondeos a la que también contribuyó una ligera remodelación ministerial a comienzos de agosto.
Animado por esta recuperación y por la falta de cohesión de los partidos de la oposición, Shinzo Abe anunció el 25 de septiembre la convocatoria de elecciones anticipadas. Este anuncio ha precipitado por sí mismo la modificación del arco político. El mismo día, Yuriko Koike, gobernador de la ciudad de Tokio desde 2016 gracias a su victoria frente al candidato del partido gobernante (Partido Demócrata Liberal (PDL), anunció la creación de una nueva formación (el Partido de la Esperanza).
A raíz de este doble anuncio, el Partido Demócrata (PD), la principal fuerza de la oposición con 73 escaños (de 475), está pasando por un periodo complicado, ya que varios de sus miembros y de otras formaciones se han unido (o se van a unir) al Partido de la Esperanza. El 2 de octubre, el propio Yukio Edano, vicepresidente del PD, anunció el lanzamiento de un nuevo partido, el Partido Demócrata Constitucional de Japón.
Los partidos
Estos cambios en las filas de la oposición deberían permitir al PDL, el partido que gobierna Japón de forma prácticamente ininterrumpida desde 1955, y a su aliado desde 2000, el Komeito, mantener su mayoría. Sin embargo, el nuevo Partido de la Esperanza de Yuriko Koike podría dar la sorpresa o, al menos, impedir al PDL conservar su actual “supermayoría” (dos tercios de la Cámara Baja).
El Partido de la Esperanza tiene pocas probabilidades de poner en peligro el triunfo del PDL pero ya ha conseguido en el corto plazo mediante su oposición inmediata a una subida del IVA, modificar la postura del primer ministro en relación con el uso de los fondos provenientes de la próxima subida del IVA (pasará del 8 % al 10 %), prevista para octubre de 2019. En el acto de lanzamiento de su campaña, Shinzo Abe anunció que una parte mayor de lo previsto de estos nuevos ingresos se destinará a ayudas a la infancia y a sufragar los gastos escolares de los hogares más desfavorecidos; por lo tanto, se destinará una cantidad menor a reembolsar la deuda (que sigue siendo superior al 200% del PIB).
Este cambio de rumbo bien podría inscribirse en las medidas estructurales propugnadas por la política económica de Shinzo Abe para permitir a las mujeres incorporarse en mayor número al mercado laboral, pero la evolución de la deuda mantendrá a las agencias de calificación en alerta durante varios años todavía.
Por último, a la vista de los acontecimientos recientes, la mayoría parlamentaria actual debería repetirse, lo que debería permitir a Shinzo Abe proseguir con las reformas estructurales que inició hace ya cuatro años.
Tribuna de Christophe Dumont, economista de Candriam.