Con la llegada del buen tiempo, España entra en la temporada veraniega desde dos perspectivas: la astronómica, que va desde el solsticio de verano entre el 20 y 21 de junio hasta el equinoccio de otoño, y la meteorológica, que abarca del 1 de junio al 31 de agosto. Sin embargo, es en julio cuando se da inicio al verano vacacional, una época marcada por el éxodo masivo de españoles hacia destinos de descanso, rompiendo la rutina laboral.
Esta estación también se caracteriza por la afluencia de turistas internacionales. Un reciente informe del Banco de España revela importantes cambios en los patrones de comportamiento turístico durante 2023. Estos son algunos de los hallazgos más destacados:
- Récord de Turismo: en 2023, España alcanzó máximos históricos en llegadas de turistas, superando los 85 millones, casi dos millones más que en 2019. El gasto de estos turistas también aumentó, impulsado por la inflación y una preferencia por estancias de mayor categoría.
- Desestacionalización: aunque las llegadas de turistas en temporada alta crecieron solo un 1%, hubo un notable incremento de entre el 10% y el 25% en los meses de otoño e invierno.
- Norte Peninsular en Auge: las regiones del Cantábrico, Navarra y La Rioja experimentaron un aumento del 26% en turismo, beneficiándose de temperaturas más frescas.
- Cambio en el Origen de los Turistas: hubo un aumento del 40% en turistas procedentes de América, especialmente de Estados Unidos.
Estos cambios sugieren un nuevo paradigma en el turismo español, influenciado por el cambio climático. Aunque la desestacionalización del turismo puede ser beneficiosa, también plantea desafíos futuros debido al calentamiento global.
El turismo: pilar económico y desafíos locales
El turismo es vital para la economía española, representando un 12,8% del PIB en 2023. Sin embargo, el fenómeno de la «turistificación», donde las ciudades priorizan la economía turística a expensas de los residentes locales, está generando tensiones. Este año se han observado máximos históricos en el turismo, lo que ha provocado un aumento del ruido, tráfico, saturación de servicios y escasez de viviendas de alquiler a largo plazo.
Protestas vecinales y un creciente sentimiento de «turismofobia» reflejan la frustración de los residentes. Ejemplos de esto son las manifestaciones en Canarias y las quejas persistentes en Barcelona y Mallorca.
Políticas para un turismo sostenible
El Ministerio de Industria y Turismo está implementando estrategias para mitigar la masificación, promoviendo la calidad sobre la cantidad y fomentando la desestacionalización. Se buscan diversificar los destinos y extender la actividad turística más allá de los meses de verano.
Las tendencias actuales, influenciadas por el aumento de temperaturas, podrían ayudar a aliviar la concentración turística en las ciudades principales y favorecer un turismo más equilibrado y sostenible, aprovechando la diversidad de destinos que España tiene para ofrecer.
Tribuna elaborada por Patricia Vara, directora financiera de Portocolom AV