El sector del Fintech e Insurtech lleva experimentando, desde hace un tiempo, un cambio transcendente: no solo está revolucionando el sector financiero y de seguros, tal y como lo conocemos en cuanto a modelos de negocio, sino a las personas que lo gestionan. Cuando hablamos de los sectores financiero y de seguros, nos vienen a la cabeza hombres en traje, corbata incluida, con maletín y pegados a un móvil y trabajando 15 horas al día. Ahora está cambiado el paradigma de quién y cómo se trabaja en el ecosistema. De este modo, ya vemos a mujeres en deportivas liderando proyectos innovadores y disruptivos, fomentando una cultura de igualdad de género y diversidad.
En este escenario, las startups y compañías del ecosistema, con un ADN tecnológico e innovador muy fuerte, son el perfecto catalizador para que la mujer sea cada vez más relevante en el sector financiero. Pero, ¿de dónde viene tal cambio? ¿Cómo apoya el sector Fintech, como industria, a las mujeres que aspiran a ocupar puestos directivos y de responsabilidad en un entorno que a priori, teniendo en cuenta que combina finanzas y tecnología, está plenamente dominado por los hombres?
El cambio reside en la educación que, afortunadamente, hemos recibido en las últimas décadas. Desde el colegio, la universidad y, por supuesto, nuestra familia. La educación permite transmitir conocimiento a partes iguales, niños y niñas son educados en aulas donde participan y aprenden de sus maestros sin diferenciarlos, sin premiar su género, sino su esfuerzo, su constancia y su trabajo diario. Asimismo, nuestros padres (entiéndase por papá y mamá) nos han animado a perseguir nuestros objetivos, a estudiar lo que queríamos para convertirnos en lo que deseábamos. Ya quedan lejos los estereotipos de que la enfermería, el magisterio, la costura o la cocina son profesiones de mujeres. Y en Fintech solo hace falta trabajo duro, no es necesario ser hombre o mujer.
Lo cierto es que, según un estudio que elaboró AEFI el año pasado, un 28% de los empleados de compañías Fintech son mujeres, aunque ya prácticamente la mitad de los proyectos del ecosistema están liderados por ellas. El emprendimiento de las mujeres dentro de esta industria, sin duda, nos está permitiendo mejorar su representación y participación en todos los ámbitos.
Tenemos que seguir trabajando para reducir la brecha de género, pues sigue vigente la discriminación, tanto negativa como positiva, en el ámbito laboral. Gracias al ecosistema Fintech se tiene una oportunidad de mostrarle a la industria la relevancia del papel que juegan las profesionales. Por su carácter innovador, el universo Fintech e Insurtech tiene la llave para derribar barreras y apostar por el talento de las personas, sin prejuicio de su género. Sin duda, el talento debe ser el que marque la toma de decisiones y la clave reside en la apuesta plena por la meritocracia. Y esto, simplemente, significa que los puestos estén ocupados según la valía del candidato.
No obstante, la realidad es que todavía escasea el número de mujeres en la mayoría de consejos de administración, aunque se trata de una cuestión con un marcado componente generacional, y abundan las ofertas de empleo que rezan “Se precisa secretaria”. No me cabe duda de que nos encontramos ante una verdadera transformación pero que lleva su tiempo.
Es un cambio cultural que ya ha comenzado a dar frutos y seguirá en ello. Aquí, la educación juega un papel relevante, desde los niveles más básicos. En cuanto a áreas de estudio se refiere, las ciencias técnicas y la tecnología han estado protagonizadas por hombres; sin embargo, gracias a la apertura de miras que da la educación, tendremos una mayor presencia de la mujer en este tipo de especialidades. Y servirá para remarcar la idea de que los límites se los marca uno mismo, independientemente de su género: The sky is the limit.
Las nuevas generaciones están liderando este cambio y, en el caso de determinados perfiles de financieros, ingenieros y programadores más jóvenes, se está eliminado esa perspectiva de género y las mujeres ya no se sienten obligadas a adquirir un rol masculino para sentirse integradas o escuchadas.
Además, desde el ecosistema Fintech, debemos ser los abanderados de la flexibilidad en el trabajo y apostar por la plena conciliación, dirigida a ambos sexos, para avanzar hacia la verdadera igualdad. Existen algunos mecanismos, como el teletrabajo o la utilización de aplicaciones tecnológicas, que nos están ayudando a avanzar en este ámbito. Un embarazo o cuidar de la familia no impide que la mujer siga contribuyendo de forma activa en el desarrollo de una compañía, puesto que su nivel de responsabilidad y su sentido del deber no disminuyen.
Pero, además, las mujeres podemos aportar algunos puntos que enriquezcan el valor de las compañías que, cada vez más, buscan profesionales con habilidades sociales fuertes. Los hard skills siguen siendo fundamentales, pero los soft skills son el complemento perfecto para liderar equipos y proyectos. Esa capacidad de liderazgo, la correcta gestión de conflictos y de mentoring son algunos de esos soft skills que demanda el ámbito tecnológico de hoy en día y un punto que las mujeres dominamos con habilidad y profesionalidad.
Estamos en un momento clave para que las compañías Fintech e Insurtech se conviertan en referentes para fomentar el papel de la mujer en el ámbito profesional y financiero. Es cuestión de talento, educación y meritocracia.
Leyre Celdrán. Business Manager de la Asociación Española de Fintech e Insurtech (AEFI)