El pronunciado rendimiento superior de las acciones tecnológicas durante estos nueve años de ciclo en los mercados ha provocado que los comentaristas de mercado realicen comparaciones con la burbuja tecnológica de finales de los noventa. Sin embargo, las valoraciones y las características fundamentales de las empresas subyacentes de aquel momento eran significativamente diferentes a las de hoy.
En 1990, los inversores pagaron múltiplos desorbitados por empresas de hardware tecnológico cuyos productos excedieron la saturación. Los líderes actuales de tecnología no ofrecen hardware; son plataformas de internet que ofrecen comodidad, ahorro de costes y optimización (o mejora) de las operaciones de negocio para la vida diaria. Estas empresas disruptivas están desplazando a los anteriores líderes del mercado, como los medios de comunicación, comercio, tecnología de la información para empresas y otros, generando enormes beneficios alrededor del mundo.
La divergencia en los ingresos y el sentimiento
Mientras las acciones en tecnología han sido históricamente líderes en el mercado, una parte creciente de su fuerza en los mercados procede de la fortaleza de sus beneficios en lugar de meramente sentimiento. Esta es una diferencia significativa con respecto a finales de los 90, cuando los inversores parecían perseguir acciones con alta demanda. Desde el cuarto trimestre de 2016, los beneficios han representado una porción mucho mayor de la fortaleza de las acciones tecnológicas que las expansiones en múltiplos (como se muestra en el gráfico 1). Y el apalancamiento operativo de muchas de las plataformas de internet también han comenzado a dar sus frutos como flujos de caja.
Manteniendo el foco en los fundamentales a largo plazo
Creemos que estamos en las etapas iniciales o medias de un ciclo de mercado en el cual el poder de los beneficios de las empresas de tecnología, o las plataformas de internet, pueden cumplir o exceder las expectativas. Mientras el conjunto de las valoraciones del mercado de renta variable a día de hoy se extiende en la mayoría de las métricas, un importante riesgo del mercado reside en aquellas empresas cuyo valor excede, o está cercano a exceder sus valoraciones. Estas acciones relativamente más débiles han estado entregando su cuota de mercado y su margen a empresas disruptivas que poseen una oferta única o superior. Debido a esta dinámica, los inversores deberían ser más prudentes con el capital que nunca.
Columna de Rob Almeida, gestor de renta variable institucional en MFS Investment Management