La enorme divergencia entre crecimiento y valor indica que ya se ha alcanzado el punto de inflexión. En este sentido, las empresas infravaloradas pero rentables con un modelo de negocio robusto deberían volver a revalorizarse en el mercado. Además, creemos que los temores a una recesión son exagerados, aunque se puede suponer que la economía seguirá mostrando debilidad durante algún tiempo.
Las acciones de valor (value), que en el pasado fueron castigadas y quedaron a la sombra de empresas de enorme crecimiento, podrían revivir en un futuro próximo. En este sentido, los perdedores de ayer podrían ser, sin duda, los ganadores del mañana. El potencial de estas empresas value se ha visto despreciado por el empeoramiento de algunas previsiones económicas, la guerra comercial o el aún no resuelto Brexit. Sin embargo, si bien esperamos que la economía europea se estanque durante algún tiempo, no creemos que llegue una recesión de gran alcance.
En este contexto, las empresas rentables y bien posicionadas deberían volver a ser el centro de atención en el mercado. Las esperanzas de un renacer de las acciones value están aumentando, especialmente porque ahora se está pagando demasiado por las empresas de supuesto alto crecimiento (empresas growth) y la diferencia de valoración entre estas acciones de crecimiento y las de valor es enorme. La tendencia en contra ya ha comenzado, aunque el mercado en su conjunto aún no refleja plenamente esta evolución. Por otro lado, esperamos un impulso relativamente menor de las acciones defensivas de calidad en los próximos trimestres.
En vista de este escenario, podría tener sentido nadar a contracorriente. Después de todo, las situaciones de incertidumbre ofrecen también buenas oportunidades de entrada. Esto se aplica en particular a las acciones que en el pasado han sido infraponderadas de forma injusta y que, por lo tanto, ahora pueden superar el rendimiento del mercado.
Tribuna de Olcherd Eichler, gestor de renta variable en Mainfirst