No nos debemos confundir: más temprano que tarde, la Reserva Federal empezará a desmontar su política de expansión monetaria. Lo de las últimas semanas nos ha mostrado que seguiremos disfrutando de dólares por unos meses, pero ya la FED fue clara en que esa expansión, tiene que desaparecer. Esto lo saben los inversionistas globales, quienes anticipan que en septiembre o en diciembre, la FED anunciará una disminución del monto de compra mensual de bonos, de U$ 85 billones a U$65 billones. Esto, de manera lógica, disminuirá la oferta relativa de dólares a la economía global, y el flujo que durante mucho tiempo mantuvo a los activos de mercados emergentes al alza, se irá reduciendo.
Al tiempo, hay un hecho en el crecimiento relativo que es interesante: mientras USA empieza a recuperarse de una manera importante (por eso la FED empezará a disminuir la velocidad), las economías emergentes pasan por momentos menos gratos, especialmente por la caída en el precio de los bienes básicos. Es decir, mientras todo pinta bien para USA, en términos relativos para los emergentes, no lo es. Ojo, términos relativos, porque un crecimiento de China al 7.5%, es mejor que el de USA al 3%, pero ambos vienen en tendencia contraria, por poner sólo un ejemplo.
Esto quiere decir varias cosas: la primera y más evidente, es que tenemos que volver a los fundamentales económicos y empresariales de países y empresas emergentes, para encontrar activos con atractivo de inversión; la segunda, que ante este nuevo panorama, muchos flujos que salieron en las últimas semanas de los mercados emergentes, no volverán y se quedarán, inevitablemente, buscando mejores oportunidades en USA. Por una razón además poderosa: la perspectiva de todos los analistas, es a una apreciación del dólar norteamericano frente a las demás monedas globales en los próximos años. Recordemos que por monto, los 28 billones de dólares que salieron de bonos y acciones emergentes en el mes de junio, son la cantidad más grande en la historia de flujos que se van; y que habían llegado de la mano con inversiones en bonos corporativos norteamericanos durante el año anterior. De todas las regiones, América Latina fue la que más dinero, como proporción de sus activos totales, vio retirado durante junio, lo que demuestra que aún a los ojos de los grandes jugadores, somos una región comparativamente vulnerable.
Los que sigan con detenimiento el informe de Flujo de Fondos publicado por la FED, encontrarán algunos detalles interesantes, pero el que más me llama la atención es el que muestra que, a este ritmo, los fondos mutuos de acciones norteamericanas superarán el monto comprado en acciones en 2009 (que fue de 1,12 trillones de dólares) y dejarán muy atrás a los años 2010 y 2012, cuando en promedio compraron 654 billones de dólares.
¿Quiere esto decir que los emergentes seguirán descuadrándose? No necesariamente, pero las valorizaciones ‘exageradas’ que se vieron en algunos episodios no volverán a registrarse. Oportunidades existirán siempre, porque un activo desvalorizado siempre será atractivo, pero de largo plazo y de manera sostenida, como estábamos acostumbrados, ya no lo harán. Es decir, en mercados emergentes entramos en una etapa de mucha transacción, en que la compra y venta en períodos muy cortos de tiempo (meses), será la estrategia y la norma a seguir.
Es claro que las condiciones pueden cambiar, pero quizá no valga la pena emocionarse por algunos impulsos momentáneos que pueden venir de datos específicos: un repunte del PMI en China, estabilización de las condiciones monetarias en ese país, entre otras. La época en que los emergentes dieron una cosecha abundante, parece estar terminando.
Un tema a reflexionar, es que la mayoría de analistas y administradores de portafolios del mercado financiero, especialmente de América Latina, son personas formadas en el ejercicio luego del año 2000; por lo cual conocen únicamente la historia de cuando las acciones emergentes subían, las tasas de los bonos caían, las colocaciones de deuda eran abundantes, entre otras muchas cosas. Y peor, es que muchos de estos agentes no han empezado a cambiar el chip, y siguen pensando que los fundamentos de inversión hoy, puede ser iguales a los de la década pasada.
El necesario cambio de chip
Opinión de Manuel García
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