La reducción del riesgo político en Europa y la relativa apertura de la Reserva Federal de Estados Unidos sobre sus intenciones han aclarado las perspectivas para los mercados de bonos. Sin embargo, las bajas rentabilidades actuales justifican el mantenimiento de una estrategia de inversión activa que adopte un enfoque holístico y sin restricciones. El universo del «euro agregado» parece particularmente vulnerable.
Esto es especialmente cierto dado que los ajustes de la política monetaria por parte de los bancos centrales occidentales tampoco parece que vayan a desestabilizar los mercados. En Estados Unidos la Fed está aumentando gradualmente los tipos de interés. En Europa, el BCE ha anunciado que no bajará más los tipos de interés y ha reducido el ritmo de sus compras de bonos. Como resultado, la perspectiva de un fuerte aumento de las tasas de interés que cause un colapso de los bonos – algo que muchos inversores seguían temiendo en la primera mitad de 2017- parece haber sido descartada, y los recientes anuncios de la Fed y del BCE han ido en línea con las expectativas del mercado.
El plan de la Fed para reducir su balance no ha llegado como una sorpresa para los traders, aunque se anunció un poco antes de lo esperado. Es muy probable que las medidas para reducir el balance de la Fed empiecen en septiembre, mientras que la subida de tipos, por su parte, podría anunciarse en diciembre. Sin embargo, el pronóstico consensuado de tres aumentos de tipos en 2018 parece exagerado. El enfoque pragmático sería esperar y ver lo que hace el Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) en sus próximas reuniones antes de predecir con qué rapidez volverá a la normalidad la política monetaria en 2018.
Aunque la situación en el mercado de bonos se ha aclarado, los inversores no deberían ignorar el riesgo asociado a los tipos, ya que las rentabilidades de los bonos continúan siendo demasiado bajas, particularmente en Europa. En estas circunstancias, la gestión activa es vital para proteger las carteras ante los riesgos de las subidas de tipos como a raíz de los movimientos de EE.UU. Los inversores necesitan mirar más allá del universo del «euro agregado» para encontrar alternativas que ofrezcan una mayor protección. La situación actual requiere un enfoque holístico y sin restricciones de los mercados de bonos.
Para invertir, el crédito estadounidense sigue siendo atractivo en comparación con su equivalente europeo aunque es cierto que la renovada incertidumbre sobre los precios del petróleo podría impedir que los precios de los bonos corporativos estadounidenses aumenten. El crudo se está moviendo actualmente en un rango de los 42 a los 55 dólares, similar a los niveles observados en 2015 y 2016. Sin embargo, la situación actual es diferente: en 2015 y 2016 el índice ISM estaba en 48 dólares y preocupaba la posibilidad de que EE.UU. entrara de nuevo en recesión añadiendo una presión a la baja en los precios del petróleo. A día de hoy, en cambio, la salud de la economía de EE.UU. no está en duda. El bajo nivel actual de los precios del petróleo se debe únicamente a la incapacidad de los países productores de acordar ajustar el bombeo.
Tribuna de Christel Rendu de Lint, responsable de renta fija de UBP.