El metaverso, que en griego significa universo del más allá, es un concepto que denota la siguiente generación de internet y que describe una experiencia inmersiva y multisensorial en el uso aplicado de diversos dispositivos y desarrollos tecnológicos en internet. El término proviene de la novela de ciencia ficción “Snow Crash”, escrita por Neal Stephenson en 1992.
El metaverso generalmente está compuesto por múltiples espacios virtuales tridimensionales, compartidos y persistentes, vinculados a un universo virtual percibido. Se refiere a las experiencias multidimensionales de uso y aplicación de internet en su conjunto, especialmente el espectro combinando de la web 2.0, la realidad aumentada, la tecnología de tercera dimensión y la realidad virtual.
Los metaversos son entornos donde los humanos interactúan social y económicamente como avatares, a través de un soporte lógico en un ciberespacio, el que actúa como una metáfora del mundo real, pero sin las limitaciones físicas o económicas allí impuestas.
Hasta ahora se han identificado usos aplicados de los metaversos en el terreno del entretenimiento, la teleeducación, la telesalud y especialmente en el campo de la economía digital, en donde comienzan a emerger nuevas formas de valor como los tokens no fungibles (NFT).
Estos días este concepto ha resonado con fuerza en la cabeza de todos los inversores del mundo, cuando Facebook cambia de nombre a Meta, haciendo una apuesta por la inteligencia artificial, con el objetivo de llevar las redes sociales a un siguiente nivel.
En este universo las personas interactuarán a través de avatares, que podrán personalizarse comprando ropa con dinero virtual. La intención es desarrollar un espacio donde charlar con amigos, acudir a eventos como conciertos, tener reuniones de trabajo o jugar a videojuegos, llevando la interacción social entre usuarios digitales al siguiente nivel. El objetivo es crear una experiencia inmersiva con los cinco sentidos.
Hay que destacar que Meta (Facebook) cuenta con casi 2.800 millones de usuarios mensuales (más de un tercio de la población mundial) y el racional lógico que existe detrás de todo, es ser el primero en liderar un mercado nuevo y con un potencial estimado por la consultora Bloomberg Intelligence de 700.000 millones de euros para el 2024. Esta cifra de negocio se reparte principalmente entre empresas desarrolladoras de hardware rompedor, empresas de videojuegos, empresas que usen tecnología blockchain, anuncios publicitarios, comercio virtual y eventos digitales de ocio, pero también de trabajo.
Las palabras antes proféticas, actualmente son una realidad. El mundo está cambiando o evolucionando a una velocidad vertiginosa. Nuestra recomendación es focalizar nuestras inversiones hacia los mercados crecientes y con potencial. Por lo tanto, los productos que aborden esta nueva realidad deben formar parte de nuestras carteras de inversión.
Tribuna de David Levy, director de inversión de Diverinvest EAFI