Los datos de Inverco muestran un avance imparable en el crecimiento de la inversión sostenible. Los fondos nacionales registrados como “Productos que promueven características medioambientales o sociales” o como “Productos que tienen como objetivo inversiones sostenibles” (más conocidos como artículos 8 y 9 del Reglamento de divulgación) ya representan uno de cada cuatro euros invertidos en fondos nacionales (el 24,1% del patrimonio total), y a ellos confían sus ahorros el 37% de las cuentas de partícipes.
De este modo, desde el arranque de esta normativa los fondos nacionales ESG casi han triplicado su patrimonio, que en marzo de 2021 se situaba en 28.335 millones y ahora alcanza los 71.602 millones de euros.
Es sin duda una buena noticia, pero podría ser mejor. Gran parte de este patrimonio se corresponde con fondos prexistentes cuya política de inversión ha sido transformada para adaptarse a las rigurosas exigencias de la normativa europea en materia de sostenibilidad. Por ello, la mayoría de los partícipes invertidos en estos fondos son partícipes preexistentes que, si bien avalan la transformación sostenible de su fondo, pues han sido informados de ella y han decidido permanecer en el mismo, ya estaban en el circuito de la inversión colectiva.
Sin embargo, faltan estímulos para que los 1,04 billones de euros que las familias españolas mantienen en depósitos se transformen en inversiones, paliando así la erosión en su poder adquisitivo derivada de una creciente inflación y en línea con los objetivos de la Comisión Europea de aumentar la participación de los inversores minoristas en los mercados de capitales.
La incorporación de las preferencias de sostenibilidad en la conversación con el cliente, a partir del 2 de agosto, será una palanca para dicha transformación, pero necesariamente debe ser complementada con estímulos de otro tipo.
Para ello, Inverco ha formulado la propuesta de los FIESE y FIEE Pyme, que aúna:
- Sostenibilidad: los FIESE invertirán en activos emitidos por empresas comprometidas con la sostenibilidad, en los términos definidos en la normativa europea para su registro en la CNMV como fondos del artículo 8 o 9 del Reglamento de divulgación.
- Financiación del tejido empresarial con presencia en España: los FIESE invertirán mayoritariamente (al menos el 70%) en activos emitidos por empresas españolas o con presencia en España mediante un establecimiento permanente. En el caso de los FIESE Pyme, al menos el 30% de sus inversiones computables deberán serlo en activos emitidos por pymes.
- Marco fiscal estimulante para facilitar el acceso de los inversores minoristas a los beneficios directos e indirectos derivados de la transición sostenible. La propuesta prevé un tratamiento fiscal, aplicable únicamente a personas físicas minoristas (máximo 30.000 euros de inversión anual/150.000 euros de acumulación), que en caso de invertir en FIESE o FIESE Pyme, disfrutarían de una exención en las plusvalías generadas en el IRPF, sin que estas inversiones computen a los efectos del Impuesto sobre el Patrimonio o el Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones.
- Visión de largo plazo: el tratamiento fiscal de los inversores minoristas en FIESE y en FIESE Pyme irá indisolublemente vinculado a un periodo mínimo de mantenimiento de las inversiones, propuesto en cinco años para los FIESE y tres años para los FIESE Pyme.
La propuesta contempla una inversión mínima del 70% en empresas con presencia en España, de modo que, por cada 10.000 millones de euros canalizados hacia este tipo de fondos, como mínimo 7.000 millones irían directamente destinados a financiar de manera estable la transición sostenible en nuestro país, mientras que el beneficio fiscal asociado rondaría los 300 millones de euros, lo que supone un atractivo incentivo para los ahorradores, pero un coste más que asumible para las arcas públicas.
El impulso a la inversión sostenible no puede venir solo de la regulación. Además, la Comisión Europea ha animado a los Estados miembros a establecer incentivos a la sostenibilidad y el Plan Nacional de Finanzas Sostenibles deberá publicarse en los próximos meses, lo que supone una excelente oportunidad para reforzar el compromiso español con la sostenibilidad y permitir que los pequeños inversores participen de sus beneficios.
Tribuna de opinión de Elisa Ricón, directora general de Inverco