La drástica caída en el precio del petróleo desde el verano de 2014 – el crudo West Texas Intermediate ha caído desde 107 dólares por barril en el verano de 2014 hasta un mínimo de 38 dólares por barril en agosto de 2015– ha perjudicado a las perspectivas de beneficios y a la generación de efectivo del sector energético y las industrias asociadas. Esto tiene implicaciones para la deuda high yield.
En el ejercicio transcurrido hasta el 30 de septiembre de 2015, aproximadamente el 52% de los impagos y los intercambios de deuda en dificultades se han producido en el sector energético. Existe, por tanto, una estrecha correlación inversa entre el precio del petróleo y los diferenciales de los bonos estadounidenses high yield (el rendimiento adicional sobre el título del tesoro correspondiente), de modo que los diferenciales se amplían según cae el precio del petróleo. Hay consecuencias tanto negativas como positivas en la caída del precio del petróleo:
- Negativa: Los impagos subirán si el precio del petróleo se mantiene por debajo de 50 dólares, se espera que la tasa de impago a 12 meses en el sector energético en los bonos estadounidenses de alto rendimiento alcance el 13,8%.
- Negativa: Los impagos más elevados pueden resultar perjudiciales para las expectativas de los inversores, y las dificultades de pago en el sector energético pueden llevar al contagio
- Negativa: El sector energético representa el 25% de los bonos de alto rendimiento en los mercados emergentes y está agravando aún más las dificultades para esta zona geográfica.
- Positiva: Un aumento en los impagos podría desencadenar un comportamiento agresivo si ello ralentiza el crecimiento en la emisión de créditos.
- Positiva: Un precio más bajo del petróleo actúa como una reducción fiscal para los consumidores y reduce los costes para los fabricantes y distribuidores.
Nuestra previsión de pocos impagos generales para el mercado global de bonos high yield en 2015 (2,3%) depende en gran medida de las expectativas para los precios de la energía, de ahí nuestra desconfianza frente al sector energético y el sector de materias primas en general.
Diferencias entre Estados Unidos y Europa
El mercado europeo de deuda high yield se está beneficiando de tener una exposición relativamente baja a la energía. El sector energético representa únicamente el 5% de este mercado en comparación con el 13% del índice estadounidense de esta deuda.
Es más, no estamos convencidos de que la ampliación de los diferenciales inducida por la energía haya creado un valor significativo en Estados Unidos. A primera vista, los diferenciales de los bonos estadounidenses high yield se han ampliado, pero esto se debe principalmente a la energía; si se descarta la energía, los diferenciales son apenas distintos al año pasado. En cambio, los bonos europeos high yield se han abaratado desde el año pasado y a nivel agregado ofrecen diferenciales superiores a los de EE.UU. Esto resulta particularmente pronunciado en la zona baja del espectro de calificación, como se demuestra en el gráfico siguiente:
Mercados emergentes
La deuda en los mercados emergentes está experimentando presión debido a la dependencia que presentan muchos de estos países de las ventas de materias primas o la demanda proveniente de China. Las empresas rusas experimentaron un descenso de calificación en masa a principios de 2015, cuando Rusia perdió su calificación soberana de investment grade.
Brasil se enfrenta a problemas parecidos. Petrobras, la petrolera brasileña, sufrió un descenso de la calificación de Moody’s a principios de 2015 y posteriormente la calificación de la deuda soberana brasileña fue reducida al grado de subinversión por Standard & Poor’s, mientras el país sigue luchando contra la crisis económica.
Estos descensos generalizados de las calificaciones de los países están engrosando el número de bonos high yield de los mercados emergentes, un hecho que, unido a un dólar estadounidense más fuerte que drena el capital de los mercados emergentes, está creando un difícil entorno técnico para el segmento high yield de mercados emergentes, lo que justifica nuestro fuerte posicionamiento infraponderado en esta área.
Tom Ross es cogestor de los fondos de absolute return credit de Henderson.