La falta de presiones inflacionistas en Europa y Estados Unidos, a pesar de los sólidos datos macroeconómicos a ambos lados del Atlántico, ha mantenido los rendimientos de los bonos en niveles muy bajos. La consecuencia directa de este entorno de bajos rendimientos en el mercado de renta fija se ha traducido en un repunte de la renta variable desde el comienzo del año.
Esto destaca además por los buenos resultados del estilo growthde calidad; lo que significa que las acciones cotizan típicamente en múltiplos altos, tienen balances sólidos y altas expectativas de ganancias. Sectores como el de tecnologías de la información o sectores relacionados con el comercio electrónico han experimentado una importante subida desde el inicio de 2017, especialmente en Estados Unidos y dentro de los mercados emergentes, donde el sector de TI ahora representa casi un tercio del índice MSCI Emerging Markets.
Aunque no podemos ignorar los méritos individuales de esas compañías y la disrupción que podría crear, por ejemplo, el aumento del comercio electrónico y su impacto en las tiendas físicas de los minoristas, no debemos olvidar el ángulo de valoración al invertir en cualquier clase de activos.
La consecuencia directa de este sesgo hacia estrategias growth desde principios de 2017 ha sido un aumento masivo en las brechas de valoración de los mercados de acciones. Las dispersiones de valoración tanto en Europa como en EE. UU., están ahora a niveles muy inflados y no lejos de los máximos absolutos de la burbuja tecnológica de 1999 y en los niveles más altos desde el comienzo del nuevo milenio.
Esos niveles extremos en la dispersión de las valoraciones siempre han demostrado ser señales fuertes para reconsiderar la compra de acciones que cotizan en múltiplos bajos, donde las expectativas de ganancias no son tan exigentes en comparación con el mercado o sus homólogos. En otras palabras, el estilo value de inversión.
La burbuja tecnológica de marzo de 2000, el pico de la crisis de la eurozona en julio de 2012 y el referéndum del Reino Unido de junio de 2016 fueron puntos en la historia de la dispersión de valuación extrema y, por lo tanto, los mejores puntos de entrada al estilo value en los últimos 20 años. El alto nivel de dispersión actual es sin duda una señal que los inversores no deberían ignorar.
La propuesta de NN Investment Partners para incluir el estilo value en cartera es el fondo NN Euro High Dividend, que invierte en valores infravalorados de la eurozona y que ofrecen atractivos dividendos. Una estrategia que busca además, diversificar geográficamente y por sectores.
Al mismo tiempo, la recuperación global sincronizada a la que nos enfrentamos (como lo destacan los fuertes macrodatos en Europa, EE. UU. y China) es otro factor que debería respaldar el estilo de inversión de value. Sectores como el de finanzas, empresas relacionadas con la construcción y empresas de materiales probablemente se beneficiarán de un entorno macro mejorado.
Además, tienen una correlación positiva con el aumento de la rentabilidad de los bonos y el aumento de la inflación, que aunque se mantiene en niveles bajos, es posible que estemos al inicio de una nueva ola de reflación, como lo confirmó recientemente la encuesta PMI de fabricación. También destacamos el aumento en el poder de fijación de precios que tienen las empresas en EE. UU. y China, como se muestra en el gráfico. El tema de la reflación está ganando terreno y respalda un enfoque de estilo más value en los mercados de acciones en comparación con el estilo de growth.
Aunque es un proceso lento, la reducción progresiva esperada de los balances de los bancos centrales es otra señal del retorno a una política monetaria más normalizada y es un paso necesario para el retorno de los factores de valoración fundamentales en el campo de la renta variable.
Este tema de la reflación tendrá un impacto significativo en la forma en que los inversores consideran los mercados de acciones. El segmento de growth de calidad del mercado ha tenido un rendimiento superior a gran escala en comparación con el estilo value en la última década.
Pero este estilo podría volverse vulnerable en un entorno de reflación de este tipo, ya que dejará de estar respaldado por factores de valoración y se verá negativamente afectado por el aumento de las tasas y la inflación. Los inversores definitivamente deben tener un enfoque más equilibrado en su asignación de estilo y asegurarse de tener una asignación adecuada para el estilo que se beneficiará más del tema de reflación. Las estrategias value han perdido vigencia durante casi una década, pero podríamos estar en un punto de inflexión interesante.
Nicolas Simar es responable de la boutique de renta variable value de NN Investment Partner.