A lo largo de su vida, en mayor o menor medida, toda persona debe entrar en contacto con los servicios financieros. Cuestiones tan esenciales y cotidianas como domiciliar una nómina o un recibo, solicitar un préstamo al consumo, pedir una hipoteca para tu vivienda, contratar un seguro, abrir un plan de pensiones o elegir un fondo de inversión para tus ahorros, requieren de un conocimiento financiero mínimo. Para muchas personas, no obstante, estos trámites acaban resultando en una experiencia compleja y tediosa.
Es más, términos tan frecuentes en los medios de comunicación, como “inflación”, “euríbor”, “tipos de interés”, “franquicia” o “plazo de carencia” pueden resultar difíciles de comprender para el conjunto de la ciudadanía. Tanto es así que, de acuerdo con el Eurobarómetro para medir el nivel de educación financiera en la Unión Europea, publicado por la Comisión Europea en julio de 2023, España es el cuarto país con la peor calificación obtenida.
España, a la cola en formación y gestión de las finanzas personales
La última Encuesta de Competencias Financieras realizada por el Banco de España en el marco del Plan de educación financiera y publicada en junio de 2018 destaca que, sobre un cuestionario de 10 preguntas, menos de un 20% de los encuestados es capaz de acertar las tres preguntas más básicas sobre habilidades financieras (tipo de interés compuesto, inflación y diversificación de riesgos); y solo un 14% es capaz de contestar adecuadamente a la mitad de las preguntas formuladas.
Además, los resultados muestran que los conocimientos financieros varían según los diferentes grupos de población, siendo las mujeres menores de 35 años, las personas mayores de 64 años, así como los desempleados e inactivos, los que menor noción tienen en la materia.
El próximo 30 de noviembre se publicarán los resultados de la nueva encuesta y sabremos si se observan mejoras, pero los datos de la encuesta previa muestran que existe, por lo general, un claro déficit de cultura financiera en España, lo que puede generar perjuicios en amplios sectores de la sociedad, especialmente en aquellos más vulnerables.
La falta de conocimientos sobre finanzas evita que se pueda llevar a cabo una gestión solvente y responsable del patrimonio, supone una barrera al acceso pleno a todas las posibilidades que ofrece el sistema financiero e impide que la persona tome decisiones informadas y conscientes sobre una materia tan delicada como es su situación financiera.
Por el contrario, las ventajas de aumentar los conocimientos de la ciudadanía sobre finanzas son muchas y evidentes: facilita la gestión de los recursos económicos de una forma responsable, favorece el ahorro mensual, ayuda a familias y empresas a conocer sus riesgos y protegerse de ellos y, especialmente, permite comprender el funcionamiento y el sentido de los productos financieros que se van a contratar. En definitiva, el manejo de conceptos financieros y aseguradores esenciales favorece la autonomía de las personas y la toma de decisiones informadas, racionales y acordes a sus necesidades, riesgos, valores y preferencias. Por ejemplo, una persona sensible a la sostenibilidad podrá priorizar aquellos productos financieros que generen un impacto positivo para el medio ambiente o la sociedad.
Desde Finresp somos conscientes y nos hacemos partícipes del papel fundamental que las entidades financieras juegan a la hora de proporcionar a la población una educación solvente en materias de finanzas, contribuyendo así a la creación de una cultura financiera sólida y responsable. Creemos firmemente que una sociedad con un alto nivel educativo en materia financiera es, en definitiva, una sociedad que sabe gestionar sus recursos, comprender las circunstancias económicas y financieras en las que se mueve y tomar decisiones informadas en consecuencia con estas realidades y con sus propias preferencias y valores.
Todo ello impulsa un tejido socioeconómico más resiliente y eficiente, pero también más justo, sostenible e inclusivo, donde los conocimientos no supongan una barrera y donde cada individuo se pueda beneficiar de las muchas oportunidades que genera el sector financiero. En línea con este compromiso, y con motivo de la celebración del Día de la Educación Financiera, desde Finresp queremos reforzar nuestra apuesta por la cultura financiera y concienciar a una sociedad que cada vez demanda más estos conocimientos. Sobre todo, para aquellos individuos, inversores y pymes que desean, no solo comprender y optimizar sus finanzas, sino también hacerlas más sostenibles y responsables con la propia sociedad y con el medio ambiente.
Tribuna elaborada por Elisa Ricón, miembro del Comité Ejecutivo de Finresp.