«La empresa está creciendo y es rentable, así que la parte tecnológica estará bien«. Esta es la visión que muchos inversores tienen respecto a la tecnología de las empresas objetivo, pero esto puede resultar fatal para su inversión. Incluso los emprendedores no profundizan a menudo en los aspectos técnicos de sus operaciones y suponen que, dado el desarrollo positivo de la empresa, todo funcionará bien desde el punto de vista técnico. Una buena práctica para un inversor es realizar una due diligence técnica (o Tech DD) exhaustiva antes de cada inversión, y este enfoque es muy recomendable para las empresas que buscan activamente inversores.
La due diligence técnica es una parte crucial de cualquier proceso de venta y beneficia tanto a empresas como a inversores. Durante este proceso, la infraestructura del departamento informático y tecnológico de la empresa se analiza en profundidad, no solo en términos de su rendimiento actual, sino también por su enfoque a futuro: ¿es capaz de ayudar a la empresa a alcanzar sus objetivos comerciales establecidos?
Por lo general, se examinan cuatro áreas:
- Escalabilidad: ¿Está diseñada la infraestructura del departamento informático y tecnológico para crecer? ¿Son adecuados los procesos de trabajo para funcionar sin problemas para adaptarse a ese crecimiento? ¿Existen procesos para ampliar el equipo rápidamente cuando sea necesario?
- Producto: ¿Cuál es el nivel de madurez del producto? ¿Están resueltos los problemas de patentes y protección de datos? ¿Existe una visión para el futuro del producto o se considera suficiente su estado actual? ¿Es sólida su Propuesta Única de Venta (USP)?
- Equipo: De cara a planes futuros, ¿hay suficiente experiencia en el equipo? ¿Cómo está distribuido el conocimiento? ¿Cuál es la carga de trabajo de los empleados?
- Tecnología: ¿Se están utilizando los lenguajes de programación y frameworks actuales? ¿Están bien estructuradas las arquitecturas del departamento informático y tecnológico? ¿En qué estado se encuentra la calidad del código? ¿Cómo se implementan las estrategias de copia de seguridad y recuperación?
Los inversores deberían realizar una Tech DD antes de cada inversión para evaluar sus riesgos. No importa si se trata de una empresa dedicada específicamente a la tecnología; en muchas empresas, el departamento informático y tecnológico juega un rol importante en el éxito comercial, justificando ese esfuerzo. En la práctica, sin embargo, los aspectos técnicos a menudo se incluyen dentro de una due diligence comercial, lo que no es suficiente para una evaluación completa.
Los emprendedores orientados a las ventas tienen un interés legítimo en realizar una Tech DD exhaustiva antes de aproximarse a posibles compradores o inversores. Esto les permite abordar deficiencias con antelación y optimizar el valor de mercado de su empresa.
Muy pocos inversores son desarrolladores de software y, por tanto, capaces de comprender la tecnología hasta el nivel del código. Si bien es obligatorio mantener una conversación con el CTO de la empresa objetivo, esto no resulta suficiente para que la evaluación esté completa. Como ex-emprendedores en Internet, los inversores suelen tener buena idea de la situación interna de las empresas y crean una imagen detallada: ¿cómo son las dinámicas de equipo? ¿Cómo son los procesos de reclutamiento? ¿Qué cambios se necesitarían en las condiciones de trabajo y en la cultura organizacional para retener el talento tecnológico a largo plazo en la empresa?
Al seleccionar proveedores, los inversores deben asegurarse de que tengan años de experiencia en el campo de la due diligence. Hay que buscar expertos que se hayan especializado específicamente en la due diligence tecnológica y es recomendable evitar aquéllos que la incluyan junto con la due diligence comercial. En estos casos, una Tech DD carecería de sentido. Los evaluadores deben poseer conocimientos al nivel de director de tecnología (CTO) para descubrir eficazmente debilidades y riesgos. Dependiendo de la empresa objetivo, es preciso seleccionar un pequeño grupo de proveedores. Del mismo modo que no todo el software es igual y existen diversos modelos de negocio para las empresas tecnológicas, las áreas de enfoque de los proveedores de due diligence técnica también pueden variar.
Las empresas pueden y deben hacer varias cosas para prepararse y apoyar la due diligence técnica como parte de su proceso de venta, ya que es de interés para ambas partes asegurar que el proceso transcurra sin problemas. La recomendación más importante es involucrar al CTO en el proceso de venta lo antes posible. Es precisa una evaluación honesta y detallada de las áreas clave de la Tech DD en la empresa que mencionamos antes: escalabilidad, equipo, producto y tecnología. Es preciso implicar a su director de tecnología en la planificación empresarial y aclarar qué inversiones, si las hubiera, son necesarias antes de pensar en vender y qué cambios tecnológicos deben planificarse para el futuro.
Como persona de contacto en la Tech DD, su CTO debería poder responder a las preguntas de forma competente. No hay que dejar nada al azar y es preciso apoyar al director de tecnología a prepararse para la conversación. Muchos CTO son introvertidos y pueden tener una experiencia limitada en situaciones relevantes. Por ello, es importante coordinar las respuestas con antelación y, si es necesario, realizar juegos de rol para poder demostrar la profesionalidad que desea ver representando a la empresa en el proceso de ventas.
Al seleccionar nuestras inversiones, buscamos un crecimiento económico continuo y rentable, un entorno de mercado específico y un equipo de calidad, y esto no significa centrarse únicamente en la due diligence comercial. Sin una base tecnológica sólida, las empresas no pueden alcanzar un éxito sostenido hoy en día. Por tanto, la Tech DD desempeña un papel crucial en cada negociación de venta.
Los resultados presentados por los expertos se comparan con el plan de negocio de la empresa: ¿se ha asignado suficiente presupuesto para tecnología? ¿Cuáles son los riesgos asociados a las debilidades tecnológicas? ¿Se pueden minimizar los riesgos con inversiones ligeramente mayores, o existe el riesgo de colapso empresarial? El resultado de nuestro análisis puede, en el peor de los casos, derivar en un ajuste de precio o incluso en la clausura de las negociaciones. Al final, la tecnología debe ofrecer más que una buena primera impresión.
Tribuna redactada por Enrique O´Connor, director general de Vaultinum Iberia y Latam