Últimamente, nadie puede negar el creciente interés de los inversores por la inversión con criterios ASG. Se espera que los activos de inversión ASG alcancen los 33,9 billones de dólares en 20261, así como una cuota del total de inversión de más de una quinta parte de todos los activos (21,5%), frente al 14,4% registrado en 2021.
Sin embargo, la inversión ASG no está exenta de críticos, algunos de los cuales sostienen que las ventajas percibidas pueden ir acompañadas de limitaciones. Ello se debe a que las estrategias de inversión que se centran en factores ASG a menudo se basan en un proceso de «exclusión» u «omisión». Por ejemplo, en DPAM, todas nuestras estrategias de artículo 8, 8+ y 9 excluyen sistemáticamente a las empresas implicadas en actividades problemáticas, en graves controversias, así como a las que no se ajustan a las normas mundiales de la ONU.
Y estos enfoques eliminan deliberadamente del universo invertible a las empresas con peores resultados en materia de ASG. Esto establece una base clara y definitiva para las salvaguardias medioambientales, sociales y de gobernanza en toda nuestra oferta.
Aunque es evidente que este proceso aumenta el porcentaje de empresas con buenos resultados en materia ASG dentro de un universo, también limita considerablemente el número de empresas en las que puede invertir una estrategia. De hecho, existe el temor palpable de que estos enfoques puedan frenar el amplio conjunto de oportunidades y reducir la diversificación, lo que podría dar lugar a unos rendimientos inferiores.
Entonces, ¿no es lógico preguntarse hasta qué punto están dispuestos los inversores a transigir? Los filtros ASG, aunque tratan admirablemente de promover las normas éticas y la sostenibilidad, también reducen de manera intrínseca el campo de juego de la inversión. La consecuencia directa de los procesos de selección ASG es que las opciones se vuelven más limitadas. Y en el mundo de la inversión, ¿pueden pasarse por alto tales limitaciones? ¿Es la disyuntiva entre la alineación ASG y la diversificación de la inversión solo un debate teórico o es también un reto tangible que los gestores de activos deben afrontar en el futuro?
La armonía oculta entre ASG y calidad
Aunque a primera vista pueda parecer contraproducente recortar una parte de su universo invertible para beneficiarse de los factores ASG, en realidad no siempre tiene por qué serlo. En primer lugar, las omisiones ASG no siempre son tan restrictivas como parecen. De hecho, para los inversores centrados en factores de calidad, los criterios ASG a menudo se alinean muy bien con lo que uno podría considerar distintivos de las empresas de calidad y a veces se solapan claramente.
Pero ¿qué impulsa esta convergencia? Para entender por qué las empresas de calidad y los factores ASG tienen tanto en común, es necesario definir primero estos «factores de calidad»: Por lo general, se refieren a empresas que pueden mantener sistemáticamente el capital de los accionistas a un rendimiento superior del capital invertido (ROIC) a largo plazo, lo que a su vez genera mayores rendimientos del precio de las acciones para los inversores que están dispuestos a permanecer a largo plazo.
Los principales impulsores de un ROIC superior son las empresas con vientos de cola seculares y ventajas competitivas, lo que se traduce en una menor competencia y un mayor poder de fijación de precios. Estas empresas también suelen estar gestionadas por personas excepcionalmente cualificadas.
Las empresas de calidad suelen ser más predecibles, tener un balance más conservador y una generación de efectivo mejor y más estable, lo que se traduce en un perfil de riesgo más bajo y unos rendimientos financieros menos volátiles, pero más elevados.
Resulta que estos factores tienden a prevalecer también entre las empresas con alta puntuación ASG, y al diseccionar los componentes individuales (ambientales – sociales – de buena gobernanza), se puede tener una comprensión más clara de por qué los dos tienen tanto en común:
A – Ambiental
Las empresas que adoptan medidas proactivas para reducir su huella de carbono invierten en tecnologías ecológicas y minimizan los residuos, no solo muestran un enfoque con visión de futuro, sino que también están mejor posicionadas para adaptarse a futuros cambios normativos, transformaciones del mercado y escasez de recursos.
En resumen, las empresas de calidad que han demostrado su capacidad de adaptación al cambio sin dejar de centrarse en ofrecer un rendimiento financiero superior también tienen en cuenta, implícita y explícitamente, el riesgo y la rentabilidad asociados a cuestiones como los cambios medioambientales.
No solo eso, sino que el auge de las consideraciones medioambientales a escala mundial también puede suponer un impulso constante y un viento de cola secular para las empresas de alta calidad, como Kingspan en el sector del aislamiento, Trane Technologies en el de la calefacción, ventilación y aire acondicionado, y Epiroc, que aboga por la electrificación del mundo.
S – Social
El pilar «social» subraya la importancia del capital humano, el impacto social y la satisfacción del cliente. Las empresas que valoran a sus empleados dan prioridad a su bienestar y ofrecen oportunidades de desarrollo profesional suelen registrar tasas de rotación más bajas, una mayor satisfacción de los empleados y un aumento de la productividad.
Al fomentar una cultura de trabajo positiva, estas empresas también aprovechan la mejora de la innovación y la colaboración, motores esenciales para el éxito a largo plazo y el crecimiento constante y continuado. De nuevo, estos son factores que suelen estar presentes en las empresas de calidad.
Lo contrario también es cierto: las empresas que recurren al trabajo infantil o al trabajo forzoso en sus cadenas de suministro se enfrentan a daños de reputación, pero también a riesgos financieros. Al proyectar el crecimiento futuro de la empresa, hay que tener en cuenta la sostenibilidad de su fuente de mano de obra y su efecto en los márgenes de beneficio.
G – Gobernanza
La buena gobernanza va de la mano de la estabilidad corporativa y la resiliencia largo plazo. La sostenibilidad de los beneficios financieros solo puede lograrse si las empresas incorporan sólidos principios de gobierno corporativo. Contar con un consejo de administración independiente y con una remuneración de los ejecutivos vinculada a los resultados de la empresa no solo es una buena medida desde el punto de vista ESG, sino que también favorece una fuerte asignación de capital en interés de los accionistas.
En conjunto, una asignación de capital sólida, un personal con talento y un gobierno corporativo robusto están interrelacionados, garantizando unos intereses alineados. Las empresas de calidad suelen identificarse a partir de parámetros financieros históricos. Un gobierno corporativo sólido garantiza la sostenibilidad de esos parámetros en el futuro.
Más allá de los límites de la ASG
En resumen, dar prioridad a los factores de calidad suele conducir a una selección entre un grupo de empresas predominantemente centradas en los factores ASG. Esto puede suavizar o incluso eliminar el impacto potencialmente limitador de un universo ASG supuestamente restringido, según muestran también los datos: un estudio reciente indica que el 75% de la rentabilidad superior de las estrategias ASG puede atribuirse a estos factores de calidad2, lo que significa que, si bien la ASG y la calidad podrían considerarse factores diferentes y desvinculados, este estudio subraya la fuerte interrelación y superposición entre ambos.
Al analizar nuestras propias estrategias de inversión dentro de DPAM, se confirma aún más la conexión entre los factores ASG y de calidad. Dentro de nuestro universo global de alta calidad3, sólo un modesto 17% de las empresas no cumplen nuestros criterios ASG. Sin embargo, cuando observamos un grupo más amplio de empresas de nuestro índice de referencia global, un 29% más no se ajusta a nuestras normas.
Esto significa que, en este grupo más amplio, no centrado en la calidad, las empresas tienen un 70% más de probabilidades de incumplir nuestros criterios ASG, lo que demuestra claramente que las empresas de calidad suelen tener más probabilidades de integrar intrínsecamente los factores ASG en sus estrategias.
En conclusión, la idea de que los factores ASG limitan la diversificación y el rendimiento es en gran medida infundada, y esto es especialmente cierto para los inversores centrados en factores de calidad. Aunque los enfoques para identificar empresas de alto nivel pueden diferir, en última instancia, tanto las consideraciones ASG como la inversión de calidad buscan proteger a los inversores contra el riesgo a la baja a largo plazo.
Las empresas de calidad reinvierten su capital a un rendimiento del capital invertido superior a su coste de capital, lo que conduce a la creación de valor y a la revalorización del capital. Las ventajas competitivas, la barrera de entrada, la previsibilidad y los márgenes más elevados también respaldan el carácter defensivo. Al final, las empresas que se eliminan del universo invertible mediante estrategias ASG restrictivas suelen ser también las que los inversores profesionales en calidad descartarían igualmente.
Tribuna de Aurélien Duval, gestor de renta variable de DPAM
NOTAS
- ’Expectativas exponenciales para la inversión ASG’, extraído de edu.
- ‘Honey, I shrunk the Alpha’, Scientific Beta – april 2021, extraído de este link.
- Definido de manera cuantitativa para eliminar cualquier sesgo de selección, en base a la deuda, al ROIC, umbral de variabilidad y volatilidad del flujo de caja libre
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