El euro nació el 1 de enero de 1999 como la nueva moneda común de 11 países. Inicialmente fue una moneda electrónica y, tres años después, se introdujeron los billetes y monedas de euro. Así que después de todo, las famosas criptomonedas de hoy no son las primeras monedas digitales. El nacimiento del euro fue un símbolo de la integración europea, un proceso que trajo paz, libertad y prosperidad al continente.
El Banco Central Europeo (BCE) se creó para salvaguardar el euro y mantener la inflación bajo control. El BCE supervisa los bancos de la zona del euro, desarrolla y emite billetes, mantiene el buen funcionamiento de las infraestructuras financieras y ayuda a preservar la estabilidad financiera. Esta última se ha convertido en una misión muy importante, especialmente tras la crisis del euro. Como institución joven (menos de 30 años), todavía está encontrando las herramientas para llevar a cabo su misión de la mejor manera posible.
Las operaciones de refinanciación a largo plazo con objetivo (TLTRO), que proporcionan una financiación atractiva a las entidades de crédito, son una de estas herramientas. Al ofrecer a los bancos financiación a largo plazo en condiciones atractivas, preservan las condiciones de préstamo favorables para los bancos y estimulan los préstamos a la economía real.
Estos programas que mencionamos abordan diferentes tipos de riesgos subyacentes. Durante la crisis financiera, el BCE se vio obligado a intervenir, y el 10 de mayo de 2010 lanzó el programa SMP (Securities Markets Programme), para poder comprar activamente títulos de deuda pública y privada de la zona del euro. De este modo, garantizó la solidez y liquidez en esos segmentos de mercado disfuncionales. El objetivo era hacer frente al mal funcionamiento de los mercados de capital de deuda y restablecer un mecanismo adecuado de transmisión de la política monetaria. El Consejo de Gobierno determinó el alcance de las intervenciones.
Esta iniciativa duró hasta el 6 de septiembre de 2012, cuando el Consejo de Gobierno del BCE anunció sus decisiones sobre algunas características técnicas relativas a las operaciones simples del Eurosistema en los mercados secundarios. Estas operaciones se conocerán como Outright Monetary Transactions (OMT, operaciones monetarias de compraventa) y se llevarán a cabo dentro de un marco específico. La condición más importante para las OMT es una condicionalidad estricta y eficaz vinculada a un programa adecuado del Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE).
El MEDE se creó en octubre de 2012 como sucesor de la Facilidad Europea de Estabilización Financiera (FEEF). La FEEF fue creado como mecanismo temporal de resolución de crisis por los Estados miembros de la zona del euro en junio de 2010. Su sucesor es una solución permanente a la falta de un respaldo para los países de la zona del euro que ya no podían financiarse en los mercados de capital de deuda. Tanto la FEEF como el MEDE siguen siendo entidades jurídicas independientes, pero comparten personal, instalaciones y operaciones.
Gracias a esta acción colectiva pudieron recurrir a los mercados financieros para proporcionar financiación de rescate a cinco de los 19 Estados miembros de la zona del euro durante lo peor de la crisis. Además, gracias a la innovadora estructura de los programas de rescate se financiaron con un riesgo mínimo y prácticamente sin coste directo para los contribuyentes del resto de la unión monetaria. En cuanto a la OMT, puede adoptar la forma de un programa completo de ajuste macroeconómico del MEDE o de un programa de precaución (línea de crédito en condiciones reforzadas), que incluye las compras en el mercado primario del MEDE de los soberanos que lo necesiten.
Otra herramienta son los programas de compra de activos, «un paquete de medidas de política monetaria no estándar que también incluye operaciones de refinanciación a largo plazo con fines específicos». Comenzó a mediados de 2014 para garantizar que el mecanismo de transmisión de la política monetaria proporcionara el ajuste necesario para garantizar la estabilidad de precios. Algunos de estos programas son:
- Programa de compra del sector corporativo (CSPP)
- Programa de compra del sector público (PSPP)
- Programa de compra de valores respaldados por activos (ABSPP)
- Tercer programa de compra de bonos garantizados (CBPP3)
- Y el más reciente, el programa de compras de emergencia frente a la pandemia (PEPP)
En la última reunión del BCE del 21 de julio de 2022, una nueva herramienta llegó al mercado: El Instrumento de para la Protección de la Transmisión (TPI). El TPI puede activarse para contrarrestar la volatilidad no deseada en términos de dinámica de mercado. Se centrará principalmente en los valores del sector público con un vencimiento de entre uno y diez años.
Para ser elegible para el TPI, el BCE considerará múltiples factores para conceder el programa a un país, en particular:
- Cumplir con el marco fiscal de la UE, es decir que el país no esté sometido a un procedimiento de déficit excesivo.
- Ausencia de desequilibrios macroeconómicos graves: el país no estará expuesto al procedimiento de desequilibrio excesivo.
- Sostenibilidad fiscal: la deuda pública debe ser sostenible, y el BCE considerará los análisis de sostenibilidad de la deuda de varias instituciones europeas e internacionales junto con su propia evaluación interna.
- Políticas macroeconómicas sólidas y sostenibles, que cumplan con los compromisos presentados en los planes de recuperación y resiliencia para el Mecanismo de Recuperación y Resiliencia y con las recomendaciones específicas para cada país de la Comisión Europea.
Esta herramienta representa un gran logro en un periodo de tiempo muy corto. Sin embargo, podría ser difícil hacerla funcionar en base a los criterios de elegibilidad definidos por el propio BCE. Otro punto es la referencia a las reinversiones del PEPP y a la OMT, que deja al mercado preguntándose cuánta volatilidad necesitaría el BCE para activar el TPI, y por qué necesitaría el TPI en absoluto, si un país cumple la mayoría o todos los puntos para ser elegible.
Dado que el BCE se encuentra en una senda de subidas de tipos de interés, la probabilidad de que haya más noticias sobre el programa TPI es alta, especialmente después de las vacaciones de verano, cuando la oferta volverá al mercado de bonos del Estado europeo. Son tiempos interesantes.
Columna de André Figueira de Sousa, gestor de fondos de renta fija en DPAM