Los inversores en renta fija parecen adictos a la película «Regreso al futuro» y miran tanto al pasado como al futuro en busca de orientación. Mi mensaje se enfoca en diciembre de 2023 donde encontramos un mundo que se ajusta al panorama deseado por los bancos centrales de todo el mundo.
Es posible que el mercado empiece a aceptar y valorar la omnipotencia que ejercen los bancos centrales sobre los tipos, el crédito y los mercados de divisas. Mientras que las economías reales están a punto de reabrirse, los mercados financieros están a punto de ser sujetos a un mayor control y, no sólo por parte de los bancos centrales, sino también de parte de los gobiernos.
Tanto los mercados de deuda pública como los de crédito corporativo se han aferrado a una pauta de consolidación en abril. El destino de los mercados de crédito está en manos de los mercados de tipos. Los diferenciales de crédito disfrutan de unas condiciones ideales. El crecimiento se está recuperando, los programas de compra de activos de los bancos centrales siguen al máximo nivel, mientras que la mayoría de los gobiernos mantienen o aumentan el apoyo y/o las garantías a los sectores más afectados.
La causa subyacente de esta consolidación radica en que la comunidad financiera reconoce que esta pandemia es una crisis sanitaria mundial extremadamente compleja. En un contexto de una media móvil semanal alcista de los contagios a nivel global, el entusiasmo está disminuyendo en los mercados financieros. Lo que empieza a trasladarse a los mercados de tipos de interés es la sensación de «No, todavía no hemos llegado… ¡al contrario!».
A medida que aumenta la ansiedad a corto plazo, parece un buen momento para observar los precios y las valoraciones de aquí a diciembre de 2023. Incluso los más pesimistas deberían esperar para entonces una economía global que ya no se vea afectada por los confinamientos y restricciones relacionados con la Covid-19.
Nuestra primera parada es la política de tipos de interés de fondos federales de la FED de Estados Unidos. El 23 de abril los futuros del Eurodólar a 90 días para diciembre de 2023 cerraron en 98,96. Para finales de 2023, el mercado da por descontadas tres subidas de los tipos de interés de la FED, que se situarán entre el 0,75% y el 1,00%.
El consenso es que la FED empezará a reducir su programa de compra de activos a principios de 2022. Una reducción de 10.000 millones de dólares al mes acabaría con el programa actual en 12 meses. De hecho, en la primavera de 2023, el mercado considera con un 100% de certeza que el tipo de interés de los fondos federales de la FED estará entre el 0,25%-0,50%, iniciando su despegue.
La tabla de contratos de futuros en Eurodólares nos informa de que la FED optaría por un ciclo de normalización de la política prolongado, subiendo los tipos tres veces a lo largo de 2023. En base a estas previsiones se necesitarán otros dos años para alcanzar el 1,75%-2,00%.
El despegue del BCE tendría lugar aproximadamente un año después del de la FED. Sin embargo, la estimación no es definitiva. El BCE ya ha advertido de que no se inspirará en el banco central estadounidense.
El tipo a plazo de diciembre de 2023 para el bono del Tesoro estadounidense a 10 años se sitúa en el 2,25%. Este rendimiento coincide con los ajustes ordenados de los tipos que la FED tiene como objetivo. El tipo estadounidense a 10 años, para diciembre de 2025, se valora en un 2,55%.
En ese momento, unos tipos de interés justo por debajo del 2% deberían haber contenido un desborde de las expectativas de inflación, permitiendo que los tipos reales a 10 años entren en territorio positivo. Un escenario en el que prevalezcan las actuales expectativas de inflación a 10 años –que se sitúan en el 2,35%- se traduciría en un +0,20% en los tipos reales estadounidenses a 10 años. Se espera que el Bund alemán a 10 años cotice en torno al +0,10% en diciembre de 2023.
Estos resultados apartarían a los mercados mundiales de bonos de la narrativa de que «no hay alternativa». A finales de 2025, el mercado estima la valoración de los Bunds a 10 años en un +0,31%. De confirmarse, esta cotización situaría la tasa de referencia germana en el rango entre +0,25% y +0,50%, que marcó las condiciones entre 2015 y 2018.
En los mercados de divisas, las trayectorias de los tipos de interés mencionadas definen los niveles de los tipos de cambio a plazo. El pasado 23 de abril, el EUR/USD se fortaleció hasta 1,2097. La sesión bursátil estadounidense llevó a ambas divisas muy por encima de su media móvil de 100 días, situada en 1,2056. De cara al futuro, hoy se estima que a finales de diciembre de 2023 el cambio EUR/USD sea de 1,2425. Y que para diciembre de 2025 cotice a 1,2865.
Estos niveles prevalecerán si los diferenciales de tipos de interés entre Europa y EE.UU. se ajustan a los niveles actuales de los tipos de interés a plazo. El dólar estadounidense goza de muchas otras ventajas de diversificación en la construcción de carteras. Junto con el franco suizo y el yen, sigue siendo la divisa de refugio elegida en el momento en que estallan los episodios de riesgo.
Tribuna de Peter De Coensel, CIO de renta fija en DPAM