Un período largo de tiempo ya lleva el BanRep subiendo las tasas de interés. En la teoría económica más pura, cada vez que sube la inflación el antídoto es un incremento de los intereses, lo cual debe llevar a la población en general, a reducir sus necesidades de consumo, al ser más costoso para cualquier persona el consumo que el ahorro.
Pero se sabe que la teoría económica se basa en un supuesto muy fuerte, y es que los individuos son racionales, es decir, que toman las decisiones basados en que entienden todo y que la mejor decisión posible es la que terminan ejecutando. No hay tal. Los individuos son altamente irracionales en sus decisiones económicas y en sus decisiones financieras.
Por lo tanto, no siempre una subida de tasas de interés tiene el efecto que predice el libro de texto, y, a mi parecer, menos cuando la inflación proviene de problemas de oferta, como lo que está ocurriendo en Colombia. Aquí el problema no es que la gente esté comprando desaforadamente más, lo que ocurre es que, como en el caso de los alimentos, se está ofertando un poco menos.
Es inevitable que algunas cosas sí se reduzcan, como, por ejemplo, la demanda por créditos, los cuales han incrementado su precio. En este orden de ideas, menor crédito sí debería llevar a menores compras de algunos bienes, y en este caso, sí que aplica la economía básica.
Sin embargo, deben existir otros motivos para la subida de tasas de interés, que son precisamente los que apelan a la parte no racional de los individuos. Algo que sí sabe la economía desde hace tiempo, es que las personas sufrimos del efecto riqueza, es decir, tendemos a ver los cambios nominales en los ingresos, pensando que somos un poco más ricos, sin pensar en que todo por detrás también sube. En un país como Colombia, donde los salarios muchas veces se ajustan por IPC (a veces, como en el salario mínimo, por encima de IPC), en enero de 2017 se verá un aumento cercano al 8% nominal en los ingresos de la población.
Este es un aumento no despreciable, que en términos nominales, llevará a la gente a pensar que tienen mucho más dinero que el que tenían en diciembre, sin darse cuenta que fue equivalente a la pérdida de poder adquisitivo sufrida por la inflación. El problema es que, como en las películas, cuando la gente siente que tiene más dinero, sale a comprar. Y si compran, pensando que son un 8% más ricos, la inflación se auto reproduce.
Así, la subida de tasas de interés tiene dos caras: la primera, la lógica, la de restringir las compras y el consumo; y la segunda, la de evitar el efecto riqueza que, en últimas, es atacar la parte irracional del individuo.
Las opiniones expresadas son responsabilidad del autor, y no representan necesariamente la posición de Old Mutual sobre los temas tratados.
Opinión de Manuel García Ospina, vicepresidente de wealth management de Old Mutual Colombia.