A juzgar por las reacciones del mercado, las conversaciones sobre guerras comerciales parecen ser tan peligrosas como las guerras comerciales propiamente dicho. Sólo con la introducción de algunos pocos aranceles y la posibilidad de que se impongan muchos más, los mercados globales han experimentado una buena ración de volatilidad en las últimas semanas. Aunque la guerra comercial ha sido una guerra de palabras hasta ahora, ha conseguido refrescar la memoria de los inversores sobre la relevancia histórica que han tenido los aranceles.
El concepto de política proteccionista no es nuevo y GFG Capital cree que el reciente comportamiento del mercado es un buen indicador de que los inversores no han olvidado lo que nos trajo la última guerra comercial iniciada por Estados Unidos.
La Ley Arancelaria Smoot Hawley de 1930 envió a la economía global al desplome, ya que los socios comerciales de Estados Unidos impusieron también aranceles en respuesta a la medida estadounidense, que no solo no hicieron nada para sacar a las economías de la depresión, sino que hicieron casi todo lo posible para agravar los problemas.
Para 1933, las importaciones de EE.UU. disminuyeron un 66%, mientras que las exportaciones disminuyeron un 61%. A escala mundial, el comercio mundial disminuyó en un 66% en 5 años antes de que llegara la Ley de acuerdos comerciales de 1934. Claramente, no es algo que la mayoría de los inversores olvidará con demasiada facilidad. Y parece que no, pero ahora es Washington quien necesita que le refresquen la memoria.
Creemos que el mercado empezó el año sabiendo que el comercio iba a ser un punto clave de la agenda de la administración de Trump. Aunque muchos podrían haber considerado esto como ‘riesgos geopolíticos’, no creemos que los riesgos geopolíticos generalmente tengan un verdadero impacto en el mercado. Si pensamos en situaciones como la Guerra Fría o incluso tan recientes como las tensiones con Corea del Norte, lo que estaba en juego no tenía implicaciones económicas directas. Lo que ha hecho que estas discusiones transfronterizas y tensiones sean diferentes es el impacto directo que estas discusiones y cuestiones tienen sobre el economía global.
Principales perjudicados
Desde GFG Capital creemos que quienes corren riesgo son algunos de los principales beneficiados de la historia de crecimiento global. Por lo tanto, no solo creemos que estas posibles víctimas de los aranceles planteados por Estados Unidos harán todo lo posible para evitar que se repita 1930 e intentarán mover su influencia para detener la medida.
El objetivo más notable ha sido China. Lo que ha llegado de Pekín en contestación a la administración de Trump ha sido una respuesta calculada y medida. El presidente Xi tiene la potencia de fuego necesaria para infligir tanto dolor como sea necesario a Estados Unidos.
El primer arancel de China tuvo una naturaleza mucho más quirúrgica de lo esperado. Se dirigió a industrias específicas con implicaciones directas para la base nacional de votantes de Trump. La decisión de China de crear su propio acuerdo TPP fue una muestra de poder que también le brindará beneficios a largo plazo. Por lo tanto, no nos sorprendería ver que Estados Unidos y China intenten negociar, pero estamos realmente aliviados. Creemos que China está pensando a largo plazo, y cualquier cosa que ponga en peligro eso no les interesa.
Comprender la telaraña del debate comercial tampoco es una tarea fácil. La cadena de suministro global es una red profundamente enredada en la que no todas las empresas informan de sus inputs o sus ingresos geográficos. Del 48% de las empresas del S&P que revelan esta información, el 43% de las ventas se generaron en el extranjero en 2016.
La energía, la tecnología y los materiales son los tres sectores más expuestos a nivel mundial dentro del índice. Si uno piensa que van a desenredar este desastre para encontrar a los pocos ganadores claros, buena suerte.
Esta es la razón por la que la oleada de ventas en las acciones tecnológicas se está exagerando. Si no fuera por este miedo a los aranceles globales como telón de fondo, entonces la rotación del sector estaría avanzando un poco más rápido. Esta volatilidad es lo que los inversores deberían esperar, pero los mercados alcistas saludables se desarrollan junto con una rotación de sectores. Sin ella, los mercados se estancan y la salud se pone en tela de juicio.
Eduardo Gruener, es co-fundador del family office GFG Capital.