Somos bastante optimistas respecto al mercado de bonos en 2014. Durante este año es probable que veamos retornos similares a los alcanzados en 2013, aunque será más difícil para los bonos corporativos conseguir amplias ganancias en relación a los bonos soberanos de países centrales. En cuanto a la renta fija pública europea, somos positivos con la periferia del continente mientras que tenemos unas perspectivas más negativas en relación a Alemania y Francia dado que creemos que los bonos soberanos periféricos siguen ofreciendo rentabilidades atractivas en relación a los riesgos macro y sistémicos. A nivel geográfico, pensamos que los bonos británicos van a obtener las peores rentabilidades debido a la noción de larga duración del mercado inglés. La existencia de datos británicos más sólidos pondrá a prueba la política monetaria del Banco de Inglaterra y las rentabilidades serán sensibles a ello.
En lo que respecta a los mercados emergentes, nuestras perspectivas macroeconómicas son mixtas. Esperamos que el crecimiento alcance entre el 5,1% y el 5,3% en 2014, desde un 4,7%. El sentimiento hacia esta clase de activo dependerá de que los legisladores sean capaces de controlar la inflación y los déficits por cuenta corriente. Los mercados en divisa local parecen volátiles, pero en muchas ocasiones las valoraciones de los activos corporativos emergentes en divisa extranjera son mejores que las de los bonos corporativos de países desarrollados con rating similar. Somos más positivos frente a la deuda corporativa que la pública. El mercado ha absorbido más de 300.000 millones de euros de emisión en 2013 y el apetito de los inversores institucionales está creciendo de forma continuada.
Cambiando al espectro de high yield, tenemos unas perspectivas positivas para la economía global, lo que se traduce en una visión neutral para esta clase de activo. Un mejor ambiente operativo debería respaldar los balances de las compañías, pero también existe un potencial de mayor apalancamiento y de mayores costes de financiación si los rendimientos de los países centrales suben. Esperamos retornos superiores del high yield que de cualquier otro sector de renta fija y seguimos sobreponderándola. Las valoraciones son menos atractivas, con los diferenciales norteamericanos que se han caído a 400 puntos básicos y los diferenciales europeos están en 350pb. Los flujos hacia este tipo de bonos son sólidos y los factores técnicos los respaldan. Sin embargo, los inversores deberían ser conscientes de la duración y de la calidad crediticia así como de los riesgos de rendimientos más altos.
Por último, en relación a los bonos ligados a la inflación, vemos las valoraciones como el motor principal de una cierta mejora además de una nueva tendencia al alza en la tasa de inflación real. En Reino Unido preferimos estar largos en los diferenciales de la inflación de break even dado que la inflación británica sigue siendo más difícil que en otras partes. En la zona euro, la baja rentabilidad de la inflación nos ha llevado a estar infraponderados en la parte corta de la curva y a intentar aumentar el carry añadiendo bonos italianos ligados a la inflación. Las expectativas de que suba la inflación en el corto plazo parecen poco probables, pero a lo largo de 2014, la subida de la inflación de break-even y una mayor inflación acumulada podrían convertirse en los motores principales de los retornos de los bonos ligados a la inflación.
Columna de Chris Iggo, CIO de Renta Fija de AXA IM