El diálogo con una nación soberana es desafiante, sobre todo porque es difícil presionar de manera efectiva. Hay que tener en cuenta que, a diferencia de otras clases de activos en las que los accionistas pueden usar el voto, no es posible votar en bonos soberanos. Incluso el diálogo con los gobiernos puede malinterpretarse como intento de interferir en la política.
Pero, a pesar de estos desafíos, es posible ayudar a impulsar el cambio y avanzar en las agendas de sostenibilidad de los países. Consideramos que es parte de nuestro deber fiduciario, pues permite tomar decisiones de inversión informadas y mejorar las rentabilidades a largo plazo. Implica diálogo, generalmente a través de funcionarios relacionados con la deuda y bonos del Tesoro.
Para amplificar la influencia, a veces nos asociamos con otros inversores. De hecho, existe mayor reconocimiento de que las cuestiones ambientales, sociales y de gobernanza (ESG) son importantes para el desarrollo a largo plazo en mercados emergentes. Si toda la industria continúa dedicando tiempo y atención, podríamos tener mayor impacto.
De momento, los emisores soberanos ya están dedicando recursos para el diálogo sobre asuntos ESG de interés, una oportunidad para discutir aspectos de la investigación. Es el caso de la Alianza de Inversores de Mercados Emergentes, donde, junto con otros inversores institucionales, llevamos a cabo iniciativas conjuntas, como la emisión de bonos etiqueta ASG en Colombia.
Sanidad, educación, independencia judicial y corrupción
Al respecto, los problemas sociales son muy relevantes, aún más post COVID-19, pues los niveles de pobreza se han retrasado décadas. La sanidad, educación, independencia judicial y corrupción son claves para el desarrollo a largo plazo y las áreas que más necesitan financiación.
La clave está en la investigación en el terreno. Para ello, hemos creado una asociación con Empower, organización que trabaja con mujeres y jóvenes en riesgo en mercados emergentes, con proyectos educativos, laborales y sociales. Ello nos facilita evaluar riesgos y estrategias. De manera que en los últimos 18 meses nos hemos reunido con directores y organizaciones en Brasil, Argentina y Colombia, incluso miembros de los Ministerios de finanzas o trabajo. Por ejemplo, en Sudáfrica, hemos discutido la protección de la educación en un contexto de recortes de gastos, así como la importancia de mejorar los resultados educativos.
Sólida actividad en bonos verdes
Sin embargo, muchos países emergentes están sometidos a objetivos ambientales cada vez más estrictos y hemos visto un fuerte enfoque de los gobiernos en la emisión de bonos verdes, donde se da la mayor demanda de los clientes. A pesar del actual mercado volátil, con la emisión soberana en mínimos históricos, hemos visto una sólida actividad en bonos ESG, en particular verdes.
Es un cambio estructural en la forma en que las economías emergentes llegan al mercado. Aunque los bonos verdes no son perfectos, es un paso importante para mejorar la transparencia y crear relaciones con gestores de activos, bancos y agencias como Naciones Unidas y el Banco Mundial. Además, esta financiación es tan importante para estos países, que están liderando la innovación: se emitieron 81.900 millones de dólares en bonos con etiqueta ESG el primer semestre de 2022, 2% más que en el mismo período de 2021. Incluso Chile ha decidido emitir solo bonos sociales y verdes. Al mismo tiempo, los bancos de inversión están creando instrumentos de financiación para el desarrollo, lo que incluye cada vez más medición del impacto, incluso en deuda convencional.
Es importante destacar que la transparencia e informes exigidos a estos bonos proporcionan un marco sólido para un diálogo más activo y estructurado con los gobiernos respecto a resultados sociales y ecológicos. Efectivamente, los bonos soberanos etiquetados ASG crean alineación entre los inversores y el desarrollo económico sostenible de las economías emergentes.
Por otra parte, los bonos ESG tienden a emitirse con una prima ligeramente menor que los convencionales. Pero si los beneficios a largo plazo se materializan, estamos encantados de aceptarlo, dado su porcentaje en cartera. Además, podemos añadir valor mediante la selección, incluso ahorrar mucho. Ese es el caso de Rusia, donde la decisión de infraponderar su deuda soberana antes de la invasión se basó en criterios ASG.
Sin embargo, para que esta clase de activos se convierta en principal, necesitamos una mejor alineación de las agencias de calificación, los consultores de inversión y los proveedores de datos.
Tribuna de Mary-Thérése Barton, directora de deuda de mercados emergentes de Pictet AM.